La cantante venezolana radicada en Querétaro, Enza Rigano, presenta su sencillo “Mi lado oscuro”, en el que a través de una voz sensual pretende atraer al público y aclara que aunque es de su autoría no retrata precisamente sus vivencias.
“Yo compongo mucho de experiencias ajenas porque mi vida no es tan interesante”, dice entre risas y detalla que es una chica muy bien portada y tranquila, pero su empatía le permite percibir las experiencias de la gente para transportarlas a la música.
Perteneciente a una familia de músicos, Enza inició desde pequeña con clases de piano y canto y buscó constantemente hacer una carrera artística, pero la situación de su país la llevó a explorar nuevos horizontes y fue así como llegó a México.
En “Mi lado oscuro” Enza se decanta por el género urbano, debido a la fuerza de este género en Latinoamérica, pero también por la oportunidad de crear fusiones a través de él. “Tengo influencia de muchos géneros; yo escuchaba música italiana, venezolana, góspel y jazz”.
Asimismo explica que “Mi lado oscuro” revela su esencia al 100% y retrata una relación amorosa con la que cualquiera se puede identificar. “Expone una situación sentimental donde una mujer está enganchada con una persona que no le conviene para nada y creo que en algún momento tanto hombres como mujeres han vivido algo así”.
Enza invita al público a estar pendiente de sus redes sociales, donde dará a conocer sus nuevos lanzamientos en los que promete guiños de bachata y cumbia, que le brindarán un toque bailable.
Por último agradece a los mexicanos que la han arropado desde su llegada al país y hace un llamado para no caer en la discriminación hacia sus compatriotas. “Los invito a abrirse a las personas que queremos contribuir positivamente para dar lo mejor de nosotros y que también amamos este país”.
Dosis extra de flow
El percusionista y baterista cubano Bebeto Brown aceptó la invitación de Enza para inyectarle un poco de hip hop a este tema, en el que de acuerdo con el músico lograron fusionar no sólo sus estilos, sino también la cultura de ambos.
“Fue muy enriquecedor porque en Venezuela tienen muchos géneros y nosotros contamos con la salsa, el son y la rumba”, dice y agrega que durante su trabajo en el estudio se complementaron perfectamente, ya que ambos estudiaron alguna especialización de la música.