La primavera llegó a Querétaro con “flores amarillas” y un concierto de Flor Bertotti lleno de nostalgia, lágrimas de felicidad y un ambiente sumamente familiar.
La última vez que Flor Bertotti visitó Querétaro fue hace 17 años y se presentó en el Estadio Olímpico. “La trajo Disney esa vez. Mi mamá movió cielo, mar y tierra para llevarme y fue un concierto que hasta la fecha me pone la piel chinita”, nos contó Mery, una de las asistentes a la primera visita de Floricienta a Querétaro y que esta noche volvía a encontrarse con el icono de su infancia.
Este regreso a los escenarios de la cantante convocó a una infinidad de personas que habían crecido con la novela infantil “Floricienta” cuando ésta había sido estrenada en el 2004 a través del canal de Disney Channel.
Parecía que por una sola noche Querétaro se había permitido viajar en el tiempo y revivir los bellos recuerdos que había dejado como legado el aclamado personaje de Flor. Lo más evidente eran las coronas de flores amarillas que la gran mayoría de los presentes portaban gustosamente. Algunas de las coronas se iluminaban, lo que agregaban un toque mágico a la velada.
El concierto arrancó con la proyección de una intro que compilaba videos del internet de personas de todas las edades cantando las canciones de “Floricienta”. Desde adolescentes, niños y adultos, todos armonizaban con las letras que Bertotti había interpretado hace más de dos décadas.
Al salir la cantante, el público estalló en gritos de euforia, Flor finalmente había regresado.
Bertotti no dejó pasar el hecho de que había pasado más de una década desde su última visita a la ciudad. “¿Quién de ustedes estuvo en el concierto de hace 17 años?”, preguntó al micrófono, “¿y quién está cumpliendo ese sueño hoy?”, agregó. “Bueno, esta noche sanaremos esas heridas y juntos viajaremos en el tiempo, ¿qué les parece, Querétaro?”.
Desde “Arriba las Ilusiones”, “Hay un cuento”, “Hola que tal” hasta una de las más solicitadas por el público, “Un enorme dragón”, el setlist se integró de canciones de la serie de “Floricienta” hasta las originales de la cantante.
Entre cada canción, Flor cambiaba de vestuario en cuestión de segundos, inclusive se presentó con un bello vestuario que honraba a la bandera de México. Dedicó al menos 15 minutos a la sección de “delivery de canciones” –tal como ella lo apodó–, donde Flor y su equipo se sentaron a escuchar peticiones por parte de los presentes para posteriormente interpretarlas. En esa sección se interpretó canciones como “Cosas que odio de vos” y “Kikiriki” –en honor a uno de los presentes que fue vestido de un pollo–.
Durante la presentación hubieron momentos sumamente emotivos como la interpretación de “Mi vestido azul”, hasta súper enérgicos con la emblemática canción “Flores amarillas”.
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El público y Flor se despidieron gustosos de ese reencuentro que solo tomó 17 años en poderse gestionar. Al final, Querétaro sabía que algún día llegaría y Flor vendría a cantarle a sus flores amarillas.