Ha sido una semana demasiado intensa para la familia de los Aguilar. Ante el anuncio del romance entre Ángela y Christian Nodal, los cibernautas no han dudado en criticar a la joven de 20 años y a su legado familiar, principalmente hay quienes acusan a Flor Silvestre de haber "condenado" a sus futuras generaciones por sus propias polémicas amorosas.
No obstante, hay quienes se niegan a aceptar que el nombre de la intérprete de "Mi destino fue quererte" sea denigrado, específicamente por el supuesto "triángulo amoroso" entre Flor Silvestre, Paco Malgesto y Antonio Aguilar, mismo que ha estado bajo el escrutinio público por décadas y que ha tachado a la cantante de promiscua.
Un usuario se ha encargado de dar detalles sobre la vida amorosa de la difunta actriz y cantante mexicana, sobre todo aclarando que no todo lo que sucedió fue tal como los medios de comunicación lo llegaron a compartir en su momento.
"El matrimonio entre Paco y Flor procreó a dos hijos: Francisco y Marcela Rubiales. En 1958 comenzó el proceso de divorcio, uno que Flor recordaría como 'muy desagradable'. Supuestamente, la cantante descubrió una infidelidad por parte de Paco Malgesto, lo que fue uno de los motivos principales por los cuales se separaron. Tras su separación, el conductor de televsión le quitó la patria potestad de sus hijos y, además, le prohibió acercarse a ellos", explicó la cibernauta.
Por décadas se dijo que Flor Silvestre había abandonado a sus hijos por "irse" con Antonio Aguilar, inclusive fue la versión que el mismo Paco Malgesto promovió en la época para tachar el nombre de su expareja; sin embargo, hoy en día se ha llegado a considerar un caso de violencia vicaria.
De acuerdo con la información del hilo, Flor se enamoraría de Antonio Aguilar durante la filmación de la película "El rayo de Sinaloa" en 1957, cuando ya estaba separada de Malgesto. No obstante, Aguilar se casaría con Otilia Larrañaga, también actriz mexicana, en 1958 por "puro despecho".
En una entrevista que se le hizo hace varios años a Otilia, la actriz comentó que el divorcio con Aguilar fue algo que le dolió demasiado porque le habían enseñado que el matrimonio era para toda la vida; sin embargo, entendió que tenían derecho a ser felices con otras personas.
Flor Silvestre y Antonio Aguilar se casaron por el civil el 29 de octubre de 1959, pero su boda religiosa se realizó más de 30 años después cuando ya habían tenido a sus hijos y una vez que pudieron anular sus matrimonios anteriores.
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"Es de admirar la fuerza que tuvo Flor para salir adelante sola y romper con los prejuicios de la sociedad machista y misogina de la época. A pesar de todo, tuvo la valentía de salir de las adversidades de aquel entorno violento y buscar su felicidad", finalizó el hilo en X.