Después de semanas de especulación sobre la prohibición de interpretar “narcocorridos” por parte de las autoridades municipales, Gerardo Ortiz se presentó en Querétaro después de casi tres años de su última presentación. Fueron cerca de 3 mil 700 los congregados a esta velada en la que sí hubo corridos, pero también mucho romanticismo.
Las puertas de la Santa María se abrieron desde las 19 horas, desde ese instante jóvenes y adultos comenzaron a hacer las filas para entrar al concierto. Cerca de las 21 horas apareció en el escenario Blanca Márquez para calentar motores. La intérprete interpretó algunos temas clásicos del regional mexicano, así como temas propios tal y cómo “Te quedó muy grande”.
Tras más de una hora de participación, le siguió Tony Ochoa, quien durante casi una hora y media también dio lugar a los covers, así como los sencillos con los que en el último años se ha abierto camino dentro del regional mexicano. Durante su show no dejó de “piropear” a las mujeres. También invitó al escenario a Juan Manuel, el queretano participante de La Voz México…Kids y que ahora continua abriendo brecha dentro del género.
Ya con el reloj marcando casi las 23 horas, las rechiflas comenzaron, ya no sólo era que los cantantes subieran al escenario a calentar motores, sino que el público ya pedía la participación de Ortiz.
Sin embargo, quedaba aún un telonero más, Carín León, quien presentó sencillos de su álbum en solitario y que a pesar de que algunos de éstos eran coreados por el público, eran más los ánimos que pedían que saliera al escenario el intérprete de “Dámaso”.
Pasada la media noche, cerca de la una de la madrugada, las luces se vinieron abajo, esta ocasión era para proyectar en las pantallas que integraban la producción, un video que recopilaba momentos y escenas de la cultura pop con imágenes de los videos de Gerardo Ortiz a la paz que se escuchaba un remix que también incluía sus éxitos musicales.
Con la banda ya en el escenario, el cantante salió al ritmo de “Serafín será principio”, con lo que marcó el inicio de su concierto con los corridos, seguido por “Sangre azul” e “Increíble”. Bastaron unos cuantos acordes para que el público comenzara a corear cada uno de los temas.
“Querétaro, espero disfruten de esta velada” fueron sus únicas palabras y las necesarias para clamar al público que después de cuatro horas y ya bajo los efectos del alcohol olvidó la larga espera.
Después de estos corridos, en una atmósfera romántica también tuvieron lugar canciones como “Eres una niña” y “Perdóname”, entre algunos otros.