Tres mundos, seis parejas y una revisión a la violencia a través del teatro absurdo conforman “Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho (o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas)”, la obra de Gerardo Mancebo del Castillo que regresa a los escenarios queretanos bajo la dirección de Jean Paul Carstensen.
La Excelentísima Soberana Capitana Gazpacho y Catalino protagonizan el primer universo que es presentado en la obra: una capitana y su fiel (y enamorado) escudero que se embarcan a una aventura marina a través del Farbullero. Mina Fan y Cerca Mártir están en el segundo, una obsesionada con las películas y el cliché del amor, mientras que la otra está obsesionada con la hora del té en Inglaterra. El tercero lo protagonizan Pompeyo y Honorosa, una pareja en la que de forma más evidente dejan ver en escena el machismo y la sumisión de la mujer.
“Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho (o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas)” fue galardonada con el ‘Oscar Liera’ por la Mejor Dramaturgia Actual de 1998; sin embargo se convirtió en un texto parteaguas de la llamada generación de la nueva dramaturgia.
A más de 20 años de su primera presentación y 12 del primer montaje de Arteatral Cut, la puesta escénica regresó a los escenarios con una narrativa del espacio distinta, pero la misma revisión a la violencia entre las parejas.
“La pluma de Gerardo se distingue entre las plumas de su generación por la forma en la que construía a sus personajes, los mundos que creaba, los referentes que no necesariamente están en el texto pero que hacen un universo muy característico. En este contexto creo que hay muchas razones por las cuales esta obra se mantiene vigente, refleja muchas características de la cultura mexicana, propone a estos personajes excéntricos, a una pareja completamente mediana e instalada en un cotidiano muy doloroso y terrible: la violencia. El único personaje que paga las consecuencias de los actos de todos es Honorosa; los personajes nos van llevando a estos universos que construye y que van colapsando; es vigente además porque es una problemática con la que nos seguimos enfrentando todos los días y que con la distancia que tomamos visibilizamos más la problemática sobre las violencias familiar y de las mujer”, destacó Carstensen.
Con 12 años de distancia de aquella vez que la presentaron por primera vez, cuando aún eran estudiantes de Artes Escénicas en la Facultad de Bellas Artes (FBA) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), José Velasco, Carlos Casas, Oriana Martínez, Abigail Contreras, Juan Carlos Rocha e Itzel Sánchez, ahora presentan una re significación de esta puesta escénica.
“Habíamos dado por hecho que la crítica estaba ahí, pero la realidad es que ahora que la volvimos a montar, te das cuenta de que había cosas que no funcionaban de la forma correcta, analizábamos el texto, pero cada uno ha pasado por circunstancias distintas y ha crecido. Ahora hay una revisión del texto en la que se profundiza y sobre todo las relaciones entre los personajes. Han cambiado muchas cosas, desde el aspecto que necesitábamos una narrativa del espacio completamente distinta y ahora hay un énfasis en cosas que estaban desde la acotación de Gerardo, cosas sencillas que a nivel de producción se convierten en complicadísimas”, agregó el elenco.
“Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho (o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas)” vuelve al Teatro de Cámara de la FBA en una breve temporada en la que se presentará los viernes y sábados hasta el 16 de febrero a las 20 horas.