El primer videojuego queretano para consolas llegará al mercado a finales de este mes. Se trata de Lunch a Palooza, una divertida batalla con comida 3D multijugador, que podrá jugarse en familia durante estos días de encierro.
Diseñado para consolas de última generación como Xbox One, Play Station 4 y Nintendo Switch, el juego presenta un mundo abierto tridimensional con referencias a la cultura pop, a través del cual los gamers podrán navegar por diferentes escenarios como cocinas, restaurantes, casas embrujadas y parajes típicos de México como las famosas trajineras de Xochimilco, donde el reto será ser el último platillo en caer de la mesa.
Alrededor del dispositivo, se podrán reunir de uno hasta cuatro jugadores, quienes deberán usar ataques especiales para empujar a sus contrincantes fuera de la mesa; para ello podrán usar ítems relacionado con la comida, esquivar enemigos endémicos de cada nivel, tomar la delantera con power ups y usar trampas a su favor.
Conforme se vayan obteniendo triunfos en esta delicia campal, cada jugador podrá desbloquear nuevos niveles, sabores, personajes y power ups para convertirse en el “Maestro de la comida”.
La idea fue desarrollada a lo largo de dos años y medio por Seashell Studio, que desde el 2018 busca colocar a Querétaro en el mapa internacional de la creación de videojuegos y animaciones.
Reto de otro nivel
De acuerdo con el director general de este proyecto, Rodrigo Cuadriello, aunque México es el mayor consumidor de videojuegos a nivel Latinoamérica, son pocos los gamers que le apuestan a los juegos electrónicos hechos en el país.
“México como consumidor es excelente, de hecho ocupa el primer lugar a nivel Latinoamérica en consumo de videojuegos; sin embargo, de toda esa gran cantidad de gente que consume, es casi nula la que compra videojuegos nacionales, siempre se van por los productos internacionales, porque tal vez consideren que tienen mayor nivel. Por ello queremos demostrar que en el país también se pueden realizar productos creativos que pueden competir con cualquier videojuego extranjero”.
Para su desarrollo, platica, fue necesaria la inversión de cerca de un millón de pesos y el trabajo coordinado de programadores, ilustradores, diseñadores de niveles y modeladores en 3D, además de colaboradores de la Universidad Cuauhtémoc, Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui, y de otros estados como Jalisco e Hidalgo.
Las pruebas piloto del videojuego, asevera, fueron realizadas a través de festivales locales (CutOut, InMotion Fest y la Conque), nacionales (Pixelatl y La Mole) y en otros países, resultando finalistas en el Indie Prize Showcase 2019 Estados Unidos y en el Indie Prize Showcase 2019 Asia.
“Un videojuego no nada más se tiene que ver bien, tiene que sentirse bien. La interacción con el usuario es uno de los apartados más relevantes de los videojuegos, por eso mucho del tiempo de desarrollo se va en pruebas para balancear a los personajes y que cada uno tenga las mismas probabilidades de ganar frente a otros, y sean igual de entretenidos, que se sientan diferentes. También se hacen pruebas de rendimiento, para que funcione en cada una de las consolas, eso tan solo nos tomó medio año (…) Por eso en cada festival nos llevamos el producto, siempre nos han servido para probar todos los cambios”.
Aunque en julio pasado se dio acceso anticipado al videojuego, a finales de este mes lanzarán la versión final, bajo un costo aproximado de 19 dólares (456 pesos).
Cabe mencionar que, previo a este proyecto, el equipo de creativos creó “Running Fable”; un videojuego que mezcla los géneros de carreras y plataformas, y está basado en la fábula de la tortuga y la liebre.
También son autores de “Between oblivion”, un juego electrónico sobre el control de la línea entre la vida y la muerte, y del cortometraje animado “Moravilla”, el cual resultó ganador del primer lugar en el Ecofilm Festival 2017.
Seashell en español significa concha de mar, y fue utilizado por el equipo para simbolizar su proceso creativo. “Se cree que cuando colocas una concha de mar en el oído puedes escuchar al mar, pero en realidad es el eco de la sangre fluyendo en tu propio cerebro”.
Para más información sobre esta iniciativa en el estado, puede consultarse: http://www.seashellstudio.mx/.