México, (Notimex).- Por medio del humor, las “drag queens” se han dirigido a la sociedad para enfrentar la homofobia, ira, transfobia y odio de muchos, dando a la vez un mensaje de igualdad, aseguró el actor mexicano Roberto Cabral.
En entrevista con Notimex, puntualizó que las “drags” quieren dejar en claro que los seres humanos son totalmente diversos, pero con igualdad en dignidad y derechos, por lo que buscan que eso sea respetado.
Trabajar en la escena "drag" le ha servido mucho al también director teatral, para organizar sus ideas y plantear una historia en sus espectáculos, “me gusta expresarme desde ahí, que, al igual que el cabaret, el mensaje o lo que hablamos es muy franco, muy directo, sin que haya una cuarta pared”.
Las “drag queens” pertenecen a la comunidad LGBTTT, “nosotros estamos dentro de los travestis, transexuales y transgénero, estamos dentro del travestismo, pero no de vida, sino del escénico”.
En el travestismo escénico se puede imitar, pero las “drags” con su propia personalidad, ofrecen un discurso, se divierten y buscan romper con lo establecido de cómo deben de expresarse los géneros masculino o femenino.
Hoy en día todavía existe discriminación hacia las "drags"; aunque en la capital mexicana hay un “boom increíble” lo cual se puede ver recurrentemente en las calles, en donde se pasean sin problema.
“Aunque ya no hay tanta agresión, sigue habiendo violencia, transfobia, hasta dentro de la propia comunidad LGBTTT, pero hay estados en donde es mucho más complicado, justo lo que queremos es romper con eso”, platicó.
Muchos son los prejuicios que existen sobre las “drags”, por ejemplo es que “queremos con todos o de que vamos a homosexualizar a todo el mundo”, agregó.
También se cree, dijo, que estas personas viven la mayor parte del tiempo drogadas o alcoholizadas, pero no es así, y aunque la escena "drag" generalmente se ha dado en un momento social “underground”, ya está saliendo de ahí.
Alguien que ha ayudado mucho a esta escena es el presentador estadunidense RuPaul, quien desde hace muchos años puso en la televisión los temas del “drag” y el travestismo, para eliminar prejuicios.
Una persona empieza a ser "drag", desde el momento en que tiene esa necesidad de que los otros lo vean y lo escuchen, pero a diferencia del travestismo de imitación, los “drags” sí hablan con su voz, tienen la exaltación de la feminidad en un cuerpo masculino.
Además de los maquillajes, polvos, bases, sombras, vestuario y todo lo que construye a este personaje, un elemento fundamental para las “drags” es el espejo, pues para dedicarte a esto necesitan conocerse a sí mismas, conocer su cara, quién es y por qué se está haciendo.
En el caso de Roberto Cabral, para transformarse en “drag”, necesita dos horas, siendo un proceso interesante que, indicó, hay que darle su tiempo.
Exigen valorar la escena
Aunque hay muchas satisfacciones en este ambiente laboral, lo que no hay son los recursos económicos, ya que hacer un "show drag” es caro y las posibilidades de trabajo son pocas.
“Habemos quienes somos privilegiados, porque lo hemos hecho durante muchos años; pero hay antros que laboralmente te pagan lo que quieren, no tienes derechos, ni los mínimos como de salud, nada está garantizado. Nosotros tenemos un doble trabajo, que es sensibilizar, llamar la atención y poner en orden a los antros para que nos respeten nuestros derechos humanos”.
Roberto, quien recientemente presentó en un foro de la Ciudad de México su espectáculo “Dragatitlán, el lugar donde todas ganan” reitera que es fundamental que la sociedad valore el trabajo de las “drag queens”.
“No queremos ganar los millones de dólares que estaría muy bien, pero sí lo mínimo laboralmente, que haya un lugar digno para maquillarnos, porque luego nos mandan a los baños o al estacionamiento o a las bodegas. Esas cosas que no están reguladas".
Aunado a todo esto, otro gran reto que tienen las “drags” es el hecho de reinventarse, ya que dentro de este ambiente hay un gran abanico de tipos de transformistas, que juegan con la expresión de género y que cada uno le pone su esencia.
Hay a quienes les gusta el cosplay, el manga, cada uno le va impregnando su toque, por ejemplo, hay quienes son muy femeninas o quienes reniegan de eso, que son más monstruosas, etcétera. La diversificación es inimaginable.
Roberto Cabral tiene 20 años trabajando dentro del cabaret y 18 como “drag”, Poco a poco le fue dando estructura a la creación artística de su personaje, mezclando su experiencia cabaretera.