A Angélica María le hubiera gustado tener un compañero de vida, un galán con quien ir al cine, con quien platicar, una pareja. Y en entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, reconoce que no encontró un hombre para ella pero sí el amor del público. “Me emociona que sigan yendo a verme, que me sigan queriendo, y yo amo a mi público, los considero mi familia: han estado toda mi vida conmigo”. Regresar a los escenarios le produce emoción, y reencontrarse con aquellos con quienes ha visto pasar los años y las décadas desde que era una jovencita y se le conoció como la Novia de México, es lo que le llena de vida, añade.

Sus éxitos como cantante hablan del amor dulce, de ese amor romántico que a pesar de los nuevos ritmos musicales, sigue llenando los corazones de tanto de hombres como de mujeres.

Edy Edy, canción con la que se dio a conocer como cantante en 1962, y Yo que no vivo, Con un beso pequeñísimo y Paso a pasito enamoraba a los jóvenes de la época. Al día de hoy, esos temas son clásicos. “Es normal que haya nuevos géneros” asiente Angélica María respecto de la música de hoy “sí hay algunas letras muy mandadas, pero también hay cosas padres y esas son las que quedan, porque romanticismo siempre va a haber”.

Abundó que a las mujeres exitosas, inteligentes y preparadas les cuesta más trabajo encontrar a un hombre. “Es triste porque las mujeres inteligentes tienen más tema de conversación. Cuando la pasión se acaba en la relación, lo que te queda es eso: la compañía, y las mujeres con más mundo e inteligencia somos buenas compañeras.”

Pero Angélica María vive su soltería con tranquilidad. “Me acompaña mi perro” dice. Mozart, su french poodl que ya tiene 14 años con ella, va y viene en las giras y conciertos, aunque ya está viejito y la cantante teme que sólo le viva un par de años más. “Cuídense, galanes, porque ya mero me quedo sola otra vez” finaliza con una sonrisa.