Entre broma y broma se decía que el verdadero headliner del Pulso era el grupo colombiano, Morat, y al final de cuentas no se encontró tan lejos de la realidad.
La demanda por el concierto de Morat arrasó mucho antes de que Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, Simón y Martín Vargas pisaran el escenario. Desde el concierto de Gera MX había fanáticas “acampando” y haciendo tiempo para cuando fuera la presentación de la banda.
El concierto en Querétaro marca el fin de su recorrido por México, así nos hizo saber Simón Vargas, bajista del grupo. “Haremos que este concierto valga la pena y, además, les dejamos la promesa de que el próximo año volvemos y volvemos en grande”, agregó.
Y la realidad es que se lucieron con los fuegos artificiales, juegos de luces, efectos visuales y energía sobre el escenario.
Había un público de todas las edades. Desde adolescentes acompañadas por sus padres, adultos jóvenes y los jóvenes de corazón entonaban las rolas de los colombianos.
El público y el grupo peleaban entre sí para mantener la dirección del concierto, ya que en momentos la audiencia parecía escucharse más que los propios cantantes.
El único percance que se manifestó durante el espectáculo fue el incidente que fue señalado por el bajista. Al parecer el integrante se dio cuenta que alguien del público no la estaba pasando del todo bien. “Por cuestiones de logística no podemos parar el show pero necesitamos que alguien de seguridad ayude allá de forma urgente”, expresó antes de reanudar el espectáculo; no obstante, fue evidente que se mantuvo al pendiente de que la persona fuera atendida.
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Éxitos como “Besos en Guerra”, “No Se Va” y “Aprender a Quererte” pusieron a cantar, bailar y disfrutar del momento al público.
La banda culminó su participación con una salida igual de épica que su llegada, y con la reiteración de la promesa por volver a México en 2024.