La banda mexicana Motel regresa a la escena musical con un pie en el pasado, al recordar sus inicios dentro del concierto 2000s Pop Tour, y otro pie en el futuro con el lanzamiento de Bailando al amanecer, el primer sencillo del que será su próximo álbum.
“Desde antes de la pandemia ya veníamos con la idea de hacer música otra vez, lo que nos pasó es que después de haber parado el proyecto nos costó trabajo regresar. De pronto te desenganchas, no traes ritmo y los intentos que hacíamos de canciones no estaban funcionando tanto", relata el vocalista Rodrigo Dávila en entrevista con Efe.
En 2013, Dávila y Billy Méndez sacaron Prisma, el último disco de estudio que presentaron para después buscar “qué más había” en sus vidas además de Motel.
En ese tiempo Billy, músico y compositor, se concentró en hacer música electrónica para su proyecto Mendrix, con el que estuvo presente en festivales musicales europeos y en América Latina, y se embarcó en la musicalización de instalaciones de arte.
Por su parte, Rodrigo encontró un camino en la música para películas después de que un director de cine lo invitara a formar parte de su filme, proyecto que le abrió las puertas a muchos más.
Pese a ello, “algo que sí hicimos durante ese tiempo juntos fue dar conciertos, no estábamos sacando discos o sencillos, pero de alguna manera no perdimos ese hilo de hacer una gira y cantar canciones”, cuenta Dávila.
En Bailando al amanecer, Billy y Rodrigo describen un reencuentro que permite el goce y el disfrute de la música, la presencia y el baile.
Si bien esto se acopla muy bien a la actualidad con el regreso de las reuniones y la vida pública tras la pandemia, también describe de manera muy personal el nuevo comienzo de los músicos.
“Es una experiencia humana y muchas personas pueden sentirse identificados dentro del mensaje de su situación particular", comenta Méndez sobre el tema.
"La canción habla mucho de ir a descubrir la vida y justo de este regreso y volver a retomar, definitivamente funciona mucho para el proceso que estamos viviendo”, añade.
MIRAR AL PASADO
Cuando comenzó el proyecto 90s Pop Tour, que reúne a varios artistas mexicanos y extranjeros que tuvieron un éxito importante en dicha década, ni Rodrigo ni Billy -que saltaron a la fama en 2006- se imaginaron que llegaría tan rápido su turno para ser parte de una versión de los 2000.
“Escuchábamos que iba a suceder, pero pensábamos que sucedería en cinco o 10 años, no tan pronto”, dijo Dávila.
Si el primer concepto reunía agrupaciones como JNS, Fey, OV7, entre otros, este segundo impulso tendrá bandas como Nikki Clan, Playa Limbo, Paty Cantú y Bacilos, entre otros que marcaron la música mexicana de la primera década de este milenio.
“El resultado sigue construyéndose y hasta ahorita ha sido una experiencia muy buena, enriquecedora. Es llegar a un espacio con gente que conociste hace muchos años con la que compartiste una carrera, en muchos casos son amigos nuestros con quienes tenemos historias”, dice Dávila.
Finalmente, el voltear los ojos al pasado para ellos ha sido un ejercicio interesante, pues Rodrigo ha podido recordar el ímpetu, la energía y las ganas de hacer música que tenía en aquel entonces.
Y Billy, quien se considera “el representante de la juventud de la agrupación”, asegura que aunque su amor por la música perdura, su forma de disfrutarla es diferente.
“Pierdes unas cosas, pero vas ganando otras. En mi caso, el único ejemplo que se me ocurre es mi primer concierto en el Teatro Metropolitan (de Ciudad de México)", menciona.
"Yo en realidad sí estaba pensando en posibilidades de cómo podía huir e irme en un taxi, estaba demasiado nervioso y en esta última camada de conciertos por primera vez estoy conectando con la gente y puedo verlos a los ojos, y tener esta experiencia está increíble”, concluye