/ martes 15 de febrero de 2022

Pancho Varona estrenará banda en Querétaro

La banda del pirata cojo es el nombre de su nuevo proyecto musical, con el que este 16 y 18 de febrero recordará los clásicos que por 40 años lo han mantenido unido a Joaquín Sabina

Después de viajar 36 horas desde España, el compositor y músico Pancho Varona por fin llegó a Querétaro; una ciudad de la que dice “ya casi es residente” pues la ha visitado más veces en su vida que a muchas otras ciudades de su país.

Esta vez no viene de gira con Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat, la ocasión tiene que ver con el estreno de un nuevo proyecto musical “La banda del pirata cojo”, cuyo nombre recuerda a una de sus canciones más famosas.

“Imagínate para nosotros lo emocionante que es que el principio de nuestra vida como banda sea en Querétaro, es emocionantísimo (…) Está naciendo un nuevo bebé rubio y gordito llamado `La banda del pirata cojo´ y queremos que todos vengan al bautizo”, bromea el artista en una entrevista exclusiva con Diario de Querétaro.

La agrupación se estrenará en el escenario de El Prado 33 –Héroe de Nacozari #222, Centro Histórico–, donde interpretará temas ya conocidos por los fans sabineros y varoneros.

“Traemos un repertorio muy bonito que se basa en todos los éxitos que hemos grabado y compuesto con Joaquín, así que la gente va a reconocer el 95% de lo que cantamos, sobre todo canciones como: “Y nos dieron las 10”, “Noches de boda”, “Por el boulevard de los sueños rotos”, “La del pirata cojo”, “Peces de ciudad” ,“Y sin embargo”, “Contigo”… un rosario de éxitos que esperamos que les guste”.

La cita es este 16 y 18 de febrero a las 20:00 horas; para reservar o solicitar más información sobre el concierto, marcar al: 442 317 1755.

“Ese 1982 que me cambió la vida”

Pancho Varona dice estar enamorado de las plazas arboladas de Querétaro. De sus andadores, iglesias y sus casonas antiguas, “me vuelven loco”, afirma el músico.

Sin embargo, asegura que estas maravillosas imágenes nunca se han cruzado entre sus canciones y él.

“Yo creo que la inspiración llega, más que por imágenes bellas o por lugares bellos, por horas de trabajo. Realmente yo no creo mucho en la inspiración, yo creo en el trabajo, en las horas que te toma perseguir una idea y en encontrarla. Ojalá yo tuviera la inspiración que tienen maestros como Serrat o Sabina”, dice el compositor.

A propósito de ello, el compositor recuerda sus inicios en la música hace más de 40 años, en la que Joaquín Sabina fue pieza clave.

Foto: Gerardo Tavarez | Diario de Querétaro

Este año Sabina y tú cumplen 40 años de complicidad musical, de la que han surgido 100 canciones que los unen. Sé que lo que voy a preguntar es como si te dieran a escoger entre tu padre o tu madre; pero, de todos esos temas ¿hay alguna que sea tu preferida?

-O como si preguntaras: ¿a qué hija quieres? Es muy difícil (risa), pero hay una canción que me gusta mucho, que empezamos a componer Joaquín y yo juntos en Lima [Perú], en el hotel Bolívar se llama “Peces de ciudad”, es una canción bien emocionante y bien bonita que nos emociona mucho todavía cantarla, nos pone la carne de gallina y el vello de punta. Esa es una de las tres o cuatro favoritas de las que hice con Joaquín. También hay otra muy triste que se llama “Ruido” que cuenta una historia de una tragedia en el mar Mediterráneo, en la isla de Mallorca. Esas y otras como “La del pirata cojo” y “Y si amanece por fin” superaron mis expectativas.

Alguna vez mencionaste que coincidir con Sabina en la vida fue como haber presenciado la aparición de una Virgen.

-No fue exactamente eso pero fue como de repente ver una luz que te lleva por un camino que tu no habías pensado que ibas a seguir, porque yo realmente era músico aficionado y no pretendía hacerlo de forma profesional. Joaquín fue el que me dijo: “Vente conmigo, deja todo lo que estás haciendo” al igual que le dijo Cristo a San Pedro. Entonces lo dejé todo y me fui con él. Me siento un elegido por Joaquín, no es una Virgen pero sí un Santo, un “Santo Varón”.

¿Cuál era el otro camino que ibas a seguir?

-Quería trabajar en un ministerio español, en una oficina, quería ser un funcionario del Estado, porque mis padres lo habían sido en el ministerio de defensa (…) pero luego se me cruzó Joaquín en el camino y ya no quise hablar más que de música en mi vida. La música es la música, es un paraíso. Y las oficinas, son oficinas. Yo ahora llevaría una vida de entrar a trabajar a las 8 de la mañana y de irme a las 3 de la tarde todos los días, y eso con suerte. En cambio, estoy aquí hablando con vosotros en Querétaro.

Y nos habrías dejado sin tantas canciones…

-Algunas de ellas no existirían , esa es la verdad.

Hablando de lo que has hecho últimamente en la música, sabemos que estuviste muy activo en pandemia, empezando por el retorno de Viceversa.

-Retomamos la carrera de Viceversa, una banda que trabajó con Joaquín Sabina en los años 80. El despegue de Joaquín fue con esta agrupación, por lo que le tenemos mucho cariño (…) La retomamos, aunque sin Sabina, y empezamos a trabajar el año pasado hasta que un músico enfermó seriamente. Tuvimos que romper el proyecto, dejarlo aparcado. Él ya está bien, así que es posible que dentro de unos meses lo retomemos.

También he hecho otras cosas durante la pandemia. Yo veía que en mi país, durante el confinamiento, amigos músicos estaban muy activos; uno regalaba un concierto online y otro, otra cosa. Así que yo me dije: ¿qué puedo regalar yo para que la gente no se aburra? Y pensé en dar clases de guitarra, pero no como si yo fuera un maestro de la guitarra, sino como aprendiz de la guitarra, hablando un idioma que la gente pudiera entender perfectamente y explicando las cosas muy despacito y con muchos ejemplos (…) La gente lo agradeció muchísimo, pensé que me iban a ver 500 personas y me vieron 500 mil. Se llaman “Clases de guitarra en tiempos de aislamiento” y aún están en Youtube.

Por los 40 años de Joaquín Sabina y Pancho Varona, ¿se avecina una gran celebración?

Gran celebración no, será una celebración humilde porque yo creo que mi vida es así y creo que debo hacerlo así. Durante todo el año haré conciertos llamados “Pancho Varona, gira de 40 aniversario”; también haré conciertos como los que haremos aquí con La banda del pirata cojo, haré conciertos solo y voy a invitar a Joaquín a un concierto que voy a dar el día 1 de mayo en la sala Galieo de Madrid; seguramente no va a venir, yo no voy a engañar al público. No creo que hagamos algo juntos pero voy a intentar pasar un año recordando ese 1982 que me cambió la vida.


Después de viajar 36 horas desde España, el compositor y músico Pancho Varona por fin llegó a Querétaro; una ciudad de la que dice “ya casi es residente” pues la ha visitado más veces en su vida que a muchas otras ciudades de su país.

Esta vez no viene de gira con Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat, la ocasión tiene que ver con el estreno de un nuevo proyecto musical “La banda del pirata cojo”, cuyo nombre recuerda a una de sus canciones más famosas.

“Imagínate para nosotros lo emocionante que es que el principio de nuestra vida como banda sea en Querétaro, es emocionantísimo (…) Está naciendo un nuevo bebé rubio y gordito llamado `La banda del pirata cojo´ y queremos que todos vengan al bautizo”, bromea el artista en una entrevista exclusiva con Diario de Querétaro.

La agrupación se estrenará en el escenario de El Prado 33 –Héroe de Nacozari #222, Centro Histórico–, donde interpretará temas ya conocidos por los fans sabineros y varoneros.

“Traemos un repertorio muy bonito que se basa en todos los éxitos que hemos grabado y compuesto con Joaquín, así que la gente va a reconocer el 95% de lo que cantamos, sobre todo canciones como: “Y nos dieron las 10”, “Noches de boda”, “Por el boulevard de los sueños rotos”, “La del pirata cojo”, “Peces de ciudad” ,“Y sin embargo”, “Contigo”… un rosario de éxitos que esperamos que les guste”.

La cita es este 16 y 18 de febrero a las 20:00 horas; para reservar o solicitar más información sobre el concierto, marcar al: 442 317 1755.

“Ese 1982 que me cambió la vida”

Pancho Varona dice estar enamorado de las plazas arboladas de Querétaro. De sus andadores, iglesias y sus casonas antiguas, “me vuelven loco”, afirma el músico.

Sin embargo, asegura que estas maravillosas imágenes nunca se han cruzado entre sus canciones y él.

“Yo creo que la inspiración llega, más que por imágenes bellas o por lugares bellos, por horas de trabajo. Realmente yo no creo mucho en la inspiración, yo creo en el trabajo, en las horas que te toma perseguir una idea y en encontrarla. Ojalá yo tuviera la inspiración que tienen maestros como Serrat o Sabina”, dice el compositor.

A propósito de ello, el compositor recuerda sus inicios en la música hace más de 40 años, en la que Joaquín Sabina fue pieza clave.

Foto: Gerardo Tavarez | Diario de Querétaro

Este año Sabina y tú cumplen 40 años de complicidad musical, de la que han surgido 100 canciones que los unen. Sé que lo que voy a preguntar es como si te dieran a escoger entre tu padre o tu madre; pero, de todos esos temas ¿hay alguna que sea tu preferida?

-O como si preguntaras: ¿a qué hija quieres? Es muy difícil (risa), pero hay una canción que me gusta mucho, que empezamos a componer Joaquín y yo juntos en Lima [Perú], en el hotel Bolívar se llama “Peces de ciudad”, es una canción bien emocionante y bien bonita que nos emociona mucho todavía cantarla, nos pone la carne de gallina y el vello de punta. Esa es una de las tres o cuatro favoritas de las que hice con Joaquín. También hay otra muy triste que se llama “Ruido” que cuenta una historia de una tragedia en el mar Mediterráneo, en la isla de Mallorca. Esas y otras como “La del pirata cojo” y “Y si amanece por fin” superaron mis expectativas.

Alguna vez mencionaste que coincidir con Sabina en la vida fue como haber presenciado la aparición de una Virgen.

-No fue exactamente eso pero fue como de repente ver una luz que te lleva por un camino que tu no habías pensado que ibas a seguir, porque yo realmente era músico aficionado y no pretendía hacerlo de forma profesional. Joaquín fue el que me dijo: “Vente conmigo, deja todo lo que estás haciendo” al igual que le dijo Cristo a San Pedro. Entonces lo dejé todo y me fui con él. Me siento un elegido por Joaquín, no es una Virgen pero sí un Santo, un “Santo Varón”.

¿Cuál era el otro camino que ibas a seguir?

-Quería trabajar en un ministerio español, en una oficina, quería ser un funcionario del Estado, porque mis padres lo habían sido en el ministerio de defensa (…) pero luego se me cruzó Joaquín en el camino y ya no quise hablar más que de música en mi vida. La música es la música, es un paraíso. Y las oficinas, son oficinas. Yo ahora llevaría una vida de entrar a trabajar a las 8 de la mañana y de irme a las 3 de la tarde todos los días, y eso con suerte. En cambio, estoy aquí hablando con vosotros en Querétaro.

Y nos habrías dejado sin tantas canciones…

-Algunas de ellas no existirían , esa es la verdad.

Hablando de lo que has hecho últimamente en la música, sabemos que estuviste muy activo en pandemia, empezando por el retorno de Viceversa.

-Retomamos la carrera de Viceversa, una banda que trabajó con Joaquín Sabina en los años 80. El despegue de Joaquín fue con esta agrupación, por lo que le tenemos mucho cariño (…) La retomamos, aunque sin Sabina, y empezamos a trabajar el año pasado hasta que un músico enfermó seriamente. Tuvimos que romper el proyecto, dejarlo aparcado. Él ya está bien, así que es posible que dentro de unos meses lo retomemos.

También he hecho otras cosas durante la pandemia. Yo veía que en mi país, durante el confinamiento, amigos músicos estaban muy activos; uno regalaba un concierto online y otro, otra cosa. Así que yo me dije: ¿qué puedo regalar yo para que la gente no se aburra? Y pensé en dar clases de guitarra, pero no como si yo fuera un maestro de la guitarra, sino como aprendiz de la guitarra, hablando un idioma que la gente pudiera entender perfectamente y explicando las cosas muy despacito y con muchos ejemplos (…) La gente lo agradeció muchísimo, pensé que me iban a ver 500 personas y me vieron 500 mil. Se llaman “Clases de guitarra en tiempos de aislamiento” y aún están en Youtube.

Por los 40 años de Joaquín Sabina y Pancho Varona, ¿se avecina una gran celebración?

Gran celebración no, será una celebración humilde porque yo creo que mi vida es así y creo que debo hacerlo así. Durante todo el año haré conciertos llamados “Pancho Varona, gira de 40 aniversario”; también haré conciertos como los que haremos aquí con La banda del pirata cojo, haré conciertos solo y voy a invitar a Joaquín a un concierto que voy a dar el día 1 de mayo en la sala Galieo de Madrid; seguramente no va a venir, yo no voy a engañar al público. No creo que hagamos algo juntos pero voy a intentar pasar un año recordando ese 1982 que me cambió la vida.


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