Como si se tratara de un juego del destino Wilfort Shang, Daxon, “el papi” y Will no sólo encontraron sus caminos para convertirse en una nueva banda, sino que descubrieron que sus orígenes habían sido marcados por el número seis, que precisamente le dio el nombre a la agrupación.
“Yo vivo en un edificio 6 en el piso 06, mientras que Daxon vive en la avenida 6 y Will en la calle 6; entonces por todos lados ese número nos perseguía y aunque para muchos es algo malo, para nosotros resultó algo maravilloso”, relató Shang.
Luego de que Wilfort y Daxon –exintegrantes de La Factoría– coincidieran para tener un reencuentro con una agrupación que llamó “La Cripta”, y con la que tuvieron muy buena aceptación del público, se encontraron con Joselo –el dueño de Cilantro Records–, quien los convenció para seguir en la música.
“Empezamos a hacer reguetón de la vieja escuela y tampoco nos veíamos tan bonitos para esos temas, por eso pensamos en una cara fresca que le diera color a la agrupación y Daxon pensó en Will”, recordó Shang sobre el momento en el que el toque final estaba listo para comenzar a hacer ruido cadencioso.
“La función siempre ha sido componer y el mismo día que nos conocimos entramos al estudio y me sentí súper motivado; yo propuse agregarle el tono del caribe con timbal, conga y percusiones para que se sienta bien sabroso”, dijo Will sobre cómo encontraron su identidad musical, que podría describirse como tropical urbano.
Sonidos con sentido
Con respecto al viciado tema que acusa al reguetón de sobajar el papel de la mujer, Will aclaró que en ningún momento caerán en eso: “A las letras también le estamos dando un contenido diferente, hablamos bien y enaltecemos de la mujer; no nos vamos a poner a cantar cosas obscenas para una niña de diez o 12 años”.
Asimismo Daxon detalló que hay temas donde hablan sobre su país, además de emociones que han vivido y que transportan a la música, tal como “Mi adicción” que narra una experiencia de Will; pero siempre tomando en cuenta diversas culturas, ya que dentro del equipo hay originarios de diferentes países como México y Cuba.
“De nuestros viajes también nos llevamos un poquito de cada región, por ejemplo de aquí –Querétaro–, nos podemos llevar cosas maravillosas y con lo que hemos recorrido en el día luego nos sentamos a componer”, explicó Daxon sobre su poesía urbana.
Para hablar sobre la amalgama musical que han creado, por una parte, gracias a la experiencia de Daxon y Shang, que se complementa con la frescura de Will, aseguraron que logran congeniar sobre el escenario, en el estudio, pero también en la vida.
“Como familia nos reunimos, limamos asperezas y hacemos una terapia de grupo que le recomendamos a todos –ya sea en el deporte, en la música–, únanse, conversen, dejen el veneno en la mesa y sigan siendo hermanos, porque eso nos ha dado 20 años de amistad”, dijo Shang.
Finalmente aclaró que tanto en las relaciones como en la música, la clave del éxito es saber escuchar; “sacamos de lo malo lo bueno, de lo bueno todo, lo metemos en el microondas y después nos lo comemos”, ironizó.