Camilo Lara, orquestador del Instituto Mexicano del Sonido (IMS), hace un análisis del mundo de la música, que califica como prometedor, asimismo adelanta que pronto lanzará una nueva producción plagada de nostalgia.
“En unos meses voy a sacar un disco, ya lo tengo hecho, se llama Distrito Federal y habla del extinto DF, de cómo las ciudades y el mundo cambian, cómo tu ciudad que era fea, tenía ronchas y pecas, ahora es la Ciudad de México, donde ya no hay taxis verdes, ahora hay starbucks, oxxos y cafés; es un poco una carta a la estandarización de las ciudades”, señala.
En retrospectiva y recordando los inicios del IMS, destaca que su entusiasmo y pasión por la música fue lo que lo llevó a crear y empujar en el medio. “Ni siquiera pensé en sacar un disco y lo saqué, luego empecé a girar y una cosa me ha llevado a otra, pero esencialmente lo hice primero para mí, no tenía otro interés, ni comercial, ni de trascender, fue para hacer las canciones que a mí me hacía feliz crear en casa, tal vez por neurótico y estar en la computadora trabajando, entonces el proceso creativo sí tiene que ser individual y satisfacer la voz interna; lo siguiente puede ser desdoblarse”.
En contraste con la época en la que él inició, asegura que ahora las herramientas están más al alcance de los creadores, sin embargo la clave para lograr trascender es tener algo original qué mostrar y decir al mundo.
“Hay que tener una voz propia y hacer lo que uno crea, y también ser relevante, no tiene nada de malo serlo y vivir los tiempos que a uno le toca (...) utilizar lo interesante que pueda estar pasando en ese momento”, dice poniendo como ejemplo adaptar su proyecto al trap, mas no convertirse en un trappero.
Asimismo explica que las voces que expresan algo interesante son las que logran resonar, como siempre ha sucedido, sólo que actualmente, gracias a la visibilidad, los fenómenos se dan a conocer más rápidamente.
De tal forma, aplaude la época actual y la define como un “momento súper importante para el entretenimiento”, ya que, a diferencia de antes, el mundo está volteando a ver a Latinoamérica e incluso escuchando la música en español, para ya no sólo centrarse en los países sajones. “Es emocionantísimo vivir estos tiempos”, celebra.
Apelando al expertise que posee para identificar a los talentos prometedores, señala que la clave para los artistas emergentes es poseer algo singular. “Si tiene buenas canciones, una voz única, algo singular y diferente, con eso ya me atrapa, vivimos en un mundo de canciones y las buenas tienen muchas más posibilidades de triunfar”.
Finalmente aclara que en este afán por utilizar las herramientas al alcance de todos, los creadores deben adoptar también un papel de promotor de sus propias ideas, para poderse abrir campo. “Hay que entender el mundo moderno y pensar que hoy en día el principal gestor de un proyecto es uno, seas quien seas, así se trate de Del Toro o un artista nuevo, tu epicentro es tu voz, tu twitter, tus fotos, tus videos; lo que quieres enseñarle al mundo”.