Tres años tuvieron que pasar para que Ricky Martin por fin se reuniera con su público en Querétaro, y lo hizo acompañado de la orquesta The House Beat, compuesta por alrededor de 50 músicos mexicanos.
Se trató de un concierto sinfónico en el que México y Puerto Rico se unieron a través de la música y las canciones con las que el boricua ha logrado abrirse paso como uno de los íconos del pop latino más importantes.
“Estoy muy feliz de estar acá, muy contento. Esta noche vamos a recorrer toda mi carrera, aquí tienen el alma de mi música”, dijo el artista desde el escenario.
El concierto tuvo como sede el Estadio Olímpico, con los murales del Gómez Morín y del Centro de Arte Emergente como telón de fondo.
No solo la presencia, el carisma y el baile seductor del artista hipnotizaron al público, también lo hizo la experiencia de escuchar temas como “Pégate”, “Volverás”, “Tal vez” y “Te extraño, te olvido, te amo” en los arreglos sinfónicos de la orquesta.
Entre canciones, Ricky Martin compartió sentirse conmovido por haber sido postulado recientemente al Grammy Latino en la categoría álbum del año por su disco Play: “Es la manera en que colegas y amigos te dicen que has hecho un buen trabajo”.
Asimismo señaló que esta semana ha sido “mágica” tras el lanzamiento de una reversión de su rola “Fuego de noche, nieve de día” a lado de Christian Nodal, y que para deleite de sus seguidores también interpretó esa noche.
El ánimo del público no decayó en ningún momento, temas como “Livin' la Vida Loca” y “La copa de la vida” pusieron a bailar a todo el mundo, y los alaridos se desataron cuando el artista lanzó al aire pañuelos con su sudor.
Pese a algunas fallas de sonido, la noche transcurrió tranquila y el público salió satisfecho del espectáculo.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Los queretanos esperaban al boricua desde 2020, año en que su gira fue suspendida por la pandemia de Covid-19; la fecha se reagendó para 2022 pero lamentablemente la misma noche el show fue cancelado por falta de protocolos de seguridad, causando una ola de inconformidad.