El cineasta Aki Kaurismäki, el realizador más personal yprestigioso de Finlandia, anunció su retirada definitiva de ladirección tras 34 años de carrera en una entrevista concedida ala televisión pública finlandesa YLE.
Kaurismäki, quien el próximo abril cumple 60 años, hizo estaconfesión desde el Festival de Cine de Berlín (Berlinale), en elque compite por el Oso de Oro con la que podría ser su últimapelícula como realizador, "Toivon tuolla puolen" (traducidoliteralmente como "Más allá de la esperanza").
"Estoy cansado. Quiero empezar por fin a vivir mi propia vida",aseguró Kaurismäki al citado medio.
"Ya he dicho lo mismo antes, pero esta vez sí es un adiós. Esmuy probable que esta sea mi última película", añadiórefiriéndose a la Berlinale de 1994, en la que él y el directorpolaco Krzysztof Kieslowski anunciaron su retirada del cine.
De mantener esta vez su palabra, el cineasta finlandés dejaráinacabado su proyecto de rodar una trilogía sobre la inmigraciónen tres ciudades portuarias europeas, serie a la que pertenecen lostítulos "Le Havre" (2011) y "Toivon tuolla puolen" (2017).
Esta última cinta narra, con el inconfundible estilo deldirector, la historia de un refugiado sirio que llega al puerto deHelsinki en busca de asilo y se topa con la indiferencia de lasautoridades y el racismo neonazi, pero también con la solidaridadde un mendigo y un viajante metido a hostelero.
La mezcla de humor seco, denuncia política y humanidad quedesprende el filme hizo que fuera recibido con ovaciones por elpúblico y la crítica y que sea uno de los firmes candidatos alOso de Oro.
Director, productor, editor y guionista, Kaurismäki empezó sucarrera en 1983 con el largometraje "Crimen y castigo", basado enla novela homónima del escritor ruso Fiódor Dostoyevski.
Durante estos casi 35 años ha dirigido numerosos cortos y 18largometrajes, entre ellos algunos tan aclamados como "The MatchFactory Girl" (1990) o "The Man without a Past" (2002), por el querecibió el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
En su faceta de intelectual comprometido protagonizó sonadosincidentes, como en 2002, cuando suspendió un viaje al Festival deCine de Nueva York para presentar "The Man without a Past", trasenterarse de que Estados Unidos había denegado el visado alcineasta iraní Abbas Kiarostami, invitado al mismo certamen.
Seis meses más tarde canceló su asistencia a la ceremonia delos Óscar, entre cuyas candidatas a mejor película en lengua noinglesa estaba esa misma cinta, en protesta por el inminente ataquede Estados Unidos a Irak.
"Ni yo ni nadie en Sputnik Oy (la productora del cineasta)podemos participar en la gala de los Óscar, cuando al mismo tiempoel Gobierno de EEUU prepara un crimen contra la Humanidad porimpúdicos motivos económicos", denunció en una carta enviada ala Academia de Hollywood.