Taylor Swift firma contrato con Universal Music

Además de dejar a la disquera Sony pone fin al conflicto por los derechos de las grabaciones

EFE

  · viernes 7 de febrero de 2020

Foto: Imagen luego de la firma en la que aparecen Troy Tomlinson, Jody Gerson, Taylor Swift y Sir Lucian Grainge / Cortesía @TaylorSwift

La cantante estadounidense Taylor Swift firmó un acuerdo global exclusivo con Universal Music Publishing Group (UMPG), con lo que culmina su relación con la editora Sony Music, con la que había trabajado desde el inicio de su carrera a los 14 años.

"Estoy orgullosa de extender mi colaboración con Lucian Grainge y la familia Universal Music firmando con UMPG, y de la oportunidad de trabajar con Jody Gerson, la primera mujer en dirigir una de las mayores discográficas", reveló Swift a través de un comunicado difundido por la casa editora.

"Jody es una defensora del empoderamiento de la mujer y una de las líderes más respetadas y dotadas de la industria", destacó.
El acuerdo con efecto inmediato, "refuerza la colaboración entre Swift y la familia Universal Music. A través de un multiálbum y un acuerdo multianual, Universal Music Group será el colaborador global musical exclusivo de Taylor Swift. UMG Republic Republic Records será su colaborador discográfico en Estados Unidos”, puntualizó el comunicado.

"Es un honor dar la bienvenida a Taylor Swift. Con su poder y su voz para crear un mundo mejor, las composiciones honestas y valientes de Taylor continúan siendo una inspiración para incontables fans. Estamos deseando seguir amplificando la voz y las canciones de Taylor por el mundo", añadió Gerson, la presidenta y directora gerente de UMPG, citada en el texto.

La gota que derramó el vaso

La decisión de la estrella musical de terminar su relación con Sony/ATV se produce después de un año especialmente intenso para la artista, ya que por una serie de problemas legales con su antiguo sello musical, no posee los derechos de sus antiguas grabaciones.

Así lo reveló ella misma en una publicación titulada "Ya no sé qué más hacer", en la que reconoció las dificultades para interpretar sus temas durante el homenaje que los American Music Awards le hicieron el año pasado como “Artista de la década”.

Por un conflicto con los empresarios Scooter Braun y Scott Borchetta, quienes compraron por 300 millones de dólares el sello Big Machine Label, propietario de los derechos de su música, por lo cual no podía interpretar varios de sus éxitos.

La cantante posee aún la propiedad de las letras, pero no de las grabaciones, por lo que el verano pasado anunció que pensaba volver a grabar sus cinco primeros álbumes a partir de noviembre de 2020, algo que ahora está por confirmarse con su cambio de discográfica