La plaza Santa María fue nuevamente escenario para elreggaetón. Esta vez con el puertorriqueño Juan Carlos OzunaRosado, mejor conocido como Ozuna, que logró congregar a unos 5mil jóvenes que ocuparon el 80% de la plaza. El concierto, partede la gira “Odisea world tour”, puso a bailar y a gritar pordos horas a los fans.

El acceso a la plaza previo al concierto fue un “ver y servistos”, pues los grupitos de amigos se saludaban unos y otros,demostrando que una parte representativa del “quién es quien”en la juventud queretana estaba presente.

Una vez iniciado el espectáculo, Ozuna puso el ritmo cadenciosopara que todos se movieran en su lugar; temas como Escápateconmigo, El farsante y  Si no te quiere retumbaron en elrecinto taurino, y aunque sus letras son sobre sexo y seducción,el puertorriqueño nacido en 1992 afirmó ser respetuoso de lasmujeres.

Compartió sus orígenes en Puerto Rico y la pobreza que vivióasí como sus inicios en la música, cantando en la calle con susamigos. Y antes de cantar La Ocasión, una de lassexualmente más explícitas de su repertorio, aseguró que él esun hombre de familia  respetuoso “tengo dos hijos y quiero queellos canten con orgullo mis canciones”.

El coro femenino destacó sobre los acordes musicales dominadospor el beat típico del reggaetón, mismo que se escuchaba hasta enlos alrededores de la plaza, en donde además los franeleroshicieron nuevamente negocio al cobrar hasta 100 pesos “lacuidada”.

Al finalizar el concierto, la larga fila de automóviles conpapás buscando a sus hijas hizo complicado el tránsito, aunquesólo por pocos minutos.