La industria del entretenimiento es de las primeras que se paralizan ante una crisis como la que está ocurriendo actualmente a nivel global, debido a la propagación del coronavirus. Ante ello, los empresarios que se dedican a hacer conciertos ven reflejadas pérdidas, pero al lograr recalendarizar sus eventos, aspiran –al menos– a no perder todo lo invertido.
Para analizar un caso práctico, el empresario y periodista, Andrés Estévez, detalla qué es lo que sucede tras bambalinas ante la postergación de una presentación, en este caso la que se realizaría este sábado en la Plaza de Toros Santa María con la cantante pop Danna Paola.
“El negocio de los espectáculos siempre es de altísimo riesgo y se tienen cualquier cantidad de variables imponderables; quienes estamos en esto lo entendemos, ahora, cuando viene una situación tan atípica como esta –una pandemia–, más allá de las pérdidas que en principio nos genera, tenemos que anteponer la seguridad y la salud de las personas”, explica.
Abundando en el tema financiero, detalla que hay gastos que ya se hicieron y no podrán reponerse y al contrario, en unas semanas o meses, cuando se realice el concierto, se tendrá que volver a invertir en ello; contemplando así gastos de publicidad, además de logística que incluye reservaciones de hoteles para el elenco, el transporte, cambios en el staff y el movimiento de los rider, que son los requerimientos del artista que incluye audio, iluminación, escenario y catering, entre otros.
Entonces tomando en cuenta el costo total que se requirió para la celebración de un concierto, el presupuesto luego de la postergación se elevará entre un 40% y 50%. “Con la reposición a lo que va el empresario es a no perder y salir más o menos tablas (...) A algunos empresarios les puede ir peor porque habrá quienes tengan que cancelar; sobre todo aquellos que trabajan con artistas extranjeros”, añade.
Sin embargo, en el caso de la artista y de su equipo, explica que siempre mostraron comprensión y sobre todo, la disposición para negociar teniendo como prioridad el bienestar común, situación que dista del Vive Latino celebrado el pasado fin de semana en el Foro Sol de la Ciudad de México, lo que calificó como “una irresponsabilidad”.
Finalmente admite que a pesar de los factores que pueden actuar en contra, como empresario de la industria del entretenimiento, encuentra satisfacción en la alegría del público. “[Da gusto] poder dar un espectáculo donde la gente salga contenta y satisfecha y que disfrutó del concierto, de la feria o la corrida de toros”, dice y agrega el otro factor que surge en todo negocio, que es la ganancia monetaria.
Finalmente, entendiendo el papel de los fans, Estévez adelanta que planea premiar a quienes hayan comprado su boleto en esta primera fase ofreciendo valores agregados. “Vamos a generar dinámicas en las que las personas puedan ganar algo adicional al concierto como meet & greets y souvenirs, entre otras. Además habrá un telonero, lo que permitirá ofrecer dos conciertos en uno”.