Elena (Arcelia Ramírez) es una madre que enfrenta todos los días la ausencia de su hijo. Se convierte en una mujer solitaria que depende de fármacos para mantenerse estable mentalmente.
Un día, con la llegada de un niño de nombre Matías, su mundo cambia, pero también trastoca la vida de Andrea, la madre del pequeño.
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Esa es la premisa de la película Ojos que no ven, ópera prima de Alfonso Zárate en la cual narra la historia de una mujer que lucha contra el recuerdo de su hijo fallecido y que, en su búsqueda por recuperar a su propia familia, desintegra otra.
“Elena es un personaje fascinante, una historia magnífica y ese era el desafío, el recorrido de esta mujer que no ha resuelto del todo una pérdida tan grande como la muerte de su hijo, que creo es lo peor que te puede pasar como padre o madre. Este duelo no resuelto la ha llevado a sobrevivir y gracias a un montón de pastillas que se toma para poder funcionar.
“Trabaja en una biblioteca que es como una especie de escape y ahí llega una tremenda luz, ella siente estar frente a un milagro cuando se le aparece este niño y ella se obsesiona con él, cree estar frente a su hijo y toma decisiones tremendas para poder reconstruir, de alguna manera, su propio pasado“, afirmó Arcelia Ramírez en entrevista.
Andrea (Fernanda Castillo) la madre de Matías, sufre la ausencia de su pequeño; junto a Tomás (Flavio Medina), expareja de Elena, intentan localizar al menor.
“Me di cuenta que estas dos madres sienten mucha culpa y eso es algo que viene con la maternidad y es algo que no siempre le pasa a los papás como el personaje de Flavio Medina, que no siente que sea su culpa o que mucho de lo que ha pasado tenga que ver con él, pero estas dos mujeres se culpan todo el tiempo a sí mismas por lo que le haya podido pasar a su hijo, así se puede entender que estas dos mujeres sean antagonistas o se sientan adversarias, porque si una pierde, la otra gana porque además ambas se sienten culpables por no haber sido lo suficientemente ‘lo que sea’ para poder tener a su hijo cerca“, comentó Castillo.
La cinta, misma que estrenará hoy en 578 salas de cine, plasma diferentes temas como el cuidado de la salud mental, lo incondicional que puede ser una madre con lo que más desea, así como la decisión de una mujer de tener a su hijo, sin necesidad de un hombre a su lado.
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“Se habla un poco de la salud mental en relación al duelo porque cuando ella se topa con este estímulo tan poderoso que es este niño, su presencia y todo lo que le provoca, reacciona más a su instinto que a su razón, tenemos la sensación que está perdiendo la razón, pero quizás no sea cierto. Quizá es al revés, quizá camina hacia la verdad, la luz, hacia la recuperación del sentido y a resolver un dolor tan profundo como ese”, expresó Ramírez.
“Lo importante es generar conversación para todas las cosas que revolucionan a los seres humanos, lanzarles cuestionamientos sobre estos temas es importante porque a cada persona le llegará según lo que le interesa, según las preguntas importantes para ellos. La película lo que hace es poner cuestionamientos de los que es importante hablar”, agregó Castillo.