Como cada martes después de la Semana Santa, se reunieron miles de personas en las instalaciones del parque recreativo del Cerro de los Gallos para celebrar el Martes de Gallos, en un ambiente familiar donde festejan la culminación de este periodo.
Como parte de la tradición, se mantiene la costumbre de romperse cascarones con harina y confeti en la cabeza, más ya no con el fin de adquirir el compadrazgo como en la antigüedad, sino con el motivo de distraerse entre las familias.
En la parte del palenque del parque se juntan bandas de viento a tocar melodías mexicanas y se llevan a cabo peleas de gallos con los productores de la región, y esta ocasión se tuvo mayor auge porque ya está muy próximo el tradicional torneo que se hace en el marco de la Feria de Amealco de Bonfil.
La comida típica tiene un espacio muy amplio en el parque, ya que se colocan muchos negocios en los que venden barbacoa, moles de guajolote y pollo, carnitas, pulque, dulces típicos, y toda clase golosinas para pasar un rato agradable.
Muchas de las familias prefieren llevar hornillas y hacer un día de campo en la zona del bosque y aprovechan que van múltiples conjuntos musicales a tocar para solicitarles que amenicen este espacio.
Según la tradición amealcense, se dice que el martes previo a que inicie el periodo de Cuaresma, y un martes después, se hace esta celebración que año con año ha tomado más auge, sobre todo en las modernas instalaciones de este espacio turístico natural.