AMEALCO, Qro.- Siguiendo una tradición de casi 50 años, Miguel Rafael González, habitante de San Idelfonso Tultepec en Amealco de Bonfil, diariamente y desde muy temprano, ingresa a su taller de alfarería para darle forma al barro y crear preciosas esculturas propias de la zona indígena, como los puerquitos hongos, palomas, calabazas borreguitos y brujitas.
Desde que era pequeño, su papá le inculcó el trabajo del barro, por lo que ahora han acondicionado su hogar para que sea un pequeño taller en el que le dan vida a sus diferentes piezas, y a su vez su labor se convierta en el sustento de casi 20 familias.
Mencionó que sus antepasados se dedicaban a elaborar cazuelas, ollas y comales con este material, sin embargo, se dejaron de usar, y decidieron incursionar con los objetos de adorno, y así fue como llegaron a la elaboración de los puerquitos que son barnizados para que tomen un diseño único a través de cuatro diferentes tamaños.
Precisó que a la semana elaboran aproximadamente 150 puerquitos, 30 tamaño mega y 70 palomas; que pasan por todo un proceso artesanal que va desde moler la tierra, hasta que ingresan las piezas a los hornos para que al salir sean pintados y después puestos en mostrador para los turistas que se interesan por su trabajo.
"Nosotros crecimos viendo como mi papá se ganaba la vida haciendo este trabajo y nosotros seguimos con la tradición. Tenemos un puerquito familiar que rompemos anualmente. Al tamaño mega le caben aproximadamente 90 mil pesos en monedas de 5 y 10".
El artesano indicó que una parte fundamental para que el trabajo luzca, es el detalle que realizan Antonio Bartolo Santiago y Carmen Julián Blas, quienes son las encargadas de hacer trazos perfectos basándose en la flora y fauna que hay en esta región indígena.
Actualmente, el trabajo de estos artesanos se vende en la alfarería "Los Rafaeles", que se encuentra en el kilómetro 21 de la carretera San Ildefonso Tultepec - Aculco, y reciben pedidos a través de las redes sociales y al Tel. 442- 236-1083.