El encierro que denunciaron comerciantes indígenas en Santiago Mexquititlán no fue un secuestro, argumentó la delegada de la comunidad Verónica Sánchez, quien indicó, que la reunión que sostuvieron con personal de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el párroco de la iglesia fue una plática amigable.
Esto luego de que la Asamblea de Tianguistas ñhoñhos de Santiago Mexquititlán en el municipio de Amealco de Bonfil, denunció que el 18 de junio, como parte del seguimiento al proyecto de restauración del templo, sostuvieron una reunión en el templo de la comunidad; la cual señalaron fue irrumpida por personal de la delegada que amagó a los comerciantes a que no salieran del espacio, hasta que firmaran unos documentos.
“Más que nada fue una plática amigable con los del INAH y con el párroco. En ningún momento fue un secuestro”, señaló la delegada.
Sánchez atribuyó las acusaciones de los comerciantes indígenas a su condición de género, pues dijo, en su mayoría los hombres han gobernado en Santiago Mexquititlán; a su vez, indicó que de ser cierto el “secuestro” como lo nombran los comerciantes, hay instituciones a donde pueden acudir a demandar y explicó que en esta reunión se abordó el funcionamiento del comité de obra.
“Como autoridad jamás he hablado mal de los comerciantes. Al contrario, yo creo que ahí están, simplemente abusan de los derechos que realmente tenemos”, dijo.