Los cadáveres de un hombre y una mujer fueron encontrados la mañana de este viernes en un terreno de cultivo en inmediaciones de San Sebastián de las Barrancas, municipio de San Juan del Río, y los límites con el Estado de México, estaban maniatados y con los ojos cubiertos con cinta; trascendió que se trata de una pareja reportada desaparecida desde el 25 de marzo en el municipio mexiquense de Polotitlán, quienes eran buscados junto a su pequeña hija de tres años, de quien también se desconocía su paradero.

Fue alrededor de las 07:30 horas de este viernes que a los servicios de emergencia se reportó la presencia de los dos cuerpos en un terreno junto al camino de acceso a la comunidad, por lo que de inmediato se desplegó un fuerte operativo policial e incluso se registró la presencia de elementos del Ejército mexicano.

En la zona, junto a los cadáveres que mostraban huellas de tortura y violencia, fueron encontrados también tres casquillos percutidos, al parecer calibre 9 mm.

Minutos después del macabro hallazgo, se informó que los cuerpos cumplían con las características de Ana Isabel Gutiérrez Barreto de 26 años de edad y de Juan Antonio Pérez Ugalde de 44, ambos pareja y con domicilio en Loma Bonita, Polotitlán, quienes eran buscados por las autoridades mexiquenses y sus familiares tras su desaparición cuatro días atrás. En esa fecha también se emitió una ficha de búsqueda de su pequeña hija Amaia, de tres años de edad, quien desapareció junto a sus padres.

Tras confirmarse la identidad de los cuerpos se dio parte a las autoridades del Estado de México, que en coordinación con autoridades de Querétaro, comenzaron la búsqueda de la menor, informándose que se tenía el reporte que a temprana hora, en un restaurante en inmediaciones de Palmillas, había sido localizada una niña que cumplía con sus características.

Luego se confirmó que se trataba de la pequeña, a quien los asesinos de sus padres le habrían perdonado la vida y la dejaron abandonada cerca de la carretera donde fue hallada.

La investigación por estos hechos está a cargo de las autoridades del Estado de México, quienes serán las encargadas de dar seguimiento a la investigación, de la cual se mantuvo total hermetismo.

Los cuerpos fueron llevados al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley.