25 años poniendo ruedas a Querétaro

La reputación de don Jorge se ha expandido más allá de la colonia Los Sauces

David Álvarez / Diario de Querétaro

  · lunes 18 de noviembre de 2024

Trabajó durante diez años para Benotto. Foto: David Álvarez / Diario de Querétaro

En la calle París, número 422, en la colonia Los Sauces, se encuentra un pequeño negocio que ha sido un pilar en la comunidad ciclista de Querétaro durante los últimos 25 años. Este lugar, dirigido por don Claudio Jorge Martínez, conocido como “El Yorch”, se ha consolidado como un referente en la reparación y venta de accesorios para bicicletas.

Dentro del taller, se pueden encontrar una amplia variedad de componentes, como herramientas, horquillas, asientos, juntas, pedales y llantas. Estas piezas forman parte de un espacio que ha servido a la comunidad ciclista de la zona y de otros lugares cercanos.

Compartió algunas de sus experiencias de su trabajo. Foto: Miguel Gallardo / Diario de Querétaro

Don Claudio Jorge Martínez, quien lleva el apodo de "El Yorch", se inició en el oficio desde su adolescencia. A los 15 años, comenzó como aprendiz en un taller de bicicletas en su natal Oaxaca, donde poco a poco fue aprendiendo los detalles de la mecánica de este vehículo.

Con el tiempo, desarrolló su habilidad y experiencia, lo que lo llevó a trabajar en la Ciudad de México para la empresa italiana Bicicletas Benotto.

"Empecé desde los 15 años en esto. Soy del estado de Oaxaca, y en esos entonces iba y le ayudaba a un señor de vez en cuando, cuando tenía tiempo, y le agarré cariño", recuerda Don Jorge.

Durante su tiempo en Benotto, Don Jorge perfeccionó su conocimiento sobre las bicicletas, aprendiendo a montar una desde cero y conociendo en detalle cada una de las piezas que la componen. Pasó diez años trabajando en la empresa, donde su labor consistía en armar bicicletas desde los componentes más pequeños, como los rines y otros detalles.

Después de esa etapa en la Ciudad de México, decidió mudarse a Querétaro junto con su familia debido a una oportunidad laboral que surgió para su esposa, cuyo patrón trasladó una empresa a la ciudad.

"En Benotto estuve diez años armando bicicletas; ahí aprendí todos los nombres de todas las piezas y lo hice porque armábamos las bicicletas desde cero, los rines y todo lo que lleva", detalla.

Don Jorge ha podido mantener su negocio en funcionamiento durante todos estos años, aunque reconoce que ha habido momentos más difíciles que otros. Sin embargo, siempre ha logrado mantenerse activo. Explica que su trabajo le permite obtener ingresos constantes, aunque varíen en cantidad.

Los servicios más comunes que ofrece incluyen la reparación de ponchaduras, la instalación de parches y el ajuste de componentes como cadenas y desviadores. Dependiendo de la demanda, realiza hasta dos servicios completos al día, lo que asegura que siempre tenga algo que hacer.

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La reputación de Don Jorge se ha expandido más allá de la colonia Los Sauces. Tiene clientes que viajan desde otras zonas, como Santa Rosa y La Estancia, ya que en esas áreas no es común encontrar un taller de bicicletas con el mismo nivel de atención y calidad. La fidelidad de sus clientes refleja el aprecio que han desarrollado por su trabajo y la confianza que depositan en él.