Desde hace un año Edelmira Hernández y su esposo Abraham Israel abrieron una pollería y un negocio de repartición de comida corrida, en el lado sur de la ciudad, donde apostaron por un proyecto propio pese a las adversidades derivadas de la pandemia.
Originaria de Pinal de Amoles y con 20 años en la ciudad de Querétaro, residente de la colonia Reforma Agraria, contó que su esposo la motivó para abrir su negocio, luego de que estuviera trabajando en la pollería de su hermana donde aprendió lo necesario para ello.
La pareja tiene cuatros hijos, quienes ayudan a limpiar o cortar la carne, incluso el más joven, de 13 años de edad, sabe filetear y atender a los clientes, y es el que más apoya en el servicio que diariamente realizan.
"TODO LO QUE TENÍAMOS FUE LO QUE INVERTIMOS"
ED&IS fue el nombre con el que bautizaron su servicio localizado en prolongación Luis Pasteur Sur. "Ed" de Edelmira e "Is" de Israel. Todos los días, excepto el domingo, día en el que descansan, Israel se levanta a las 3 de la mañana para surtir de pollo y demás ingredientes en la Central de Abastos.
Edelmira se levanta a las 4 de la mañana para preparar la comida y luego, en la tarde, la reparten por la zona, de la que dicen se han hecho de clientes debido a que no hay muchos negocios de comida.
Atienden a comerciantes, empleados o personas que necesitan comer de manera rápida y así, poco a poco, se han consolidado. "Es bien pesado, pero para que siga funcionando pues solamente así", refiere Edelmira.
El negocio lo empezaron de cero, sin ninguna seguridad de que saliera adelante. Israel era taxista y tuvo que dejarlo debido a la pandemia por Covid-19. Él también cocina y con una hermana de Edelmira surgió la oportunidad de vender comida a obreros de la construcción, a quienes atendían a la 1 de la mañana.
Edelmira lo apoyaba cada madrugada, luego entonces Israel la motivó para abrir su negocio ya que contaban con la experiencia de ese servicio. Lo que tenían lo invirtieron y así comenzó esta historia, con un salto de fe para sí mismos y salir adelante.
"No tuvimos apoyo, solo yo y mi esposo. Estuvimos ahorrando un tiempo, y no teníamos mucho de capital, pero nos aventuramos. Mi hermana nos dijo que lo hicimos sin tener nada, porque cuando uno empieza tiene que tener un colchón para que puedas suplir dos o tres meses de renta, pero nosotros no. Todo lo que teníamos fue lo que invertimos", mencionó.
“GRACIAS A DIOS…”
Edelmira e Israel son un ejemplo de trabajo. Ahora ofertan el servicio a domicilio, lo que hizo que ampliaran el número de clientes, por ello también invirtieron en una motocicleta, pues costear la gasolina de un automóvil para repartir la comida o el pollo es muy caro.
Sus clientes son constantes, comenta Edelmira. Le gusta atenderlos y ofrecer el mejor servicio a cada uno de ellos. Ahora se enfoca en crecer, aunque admite que al principio fue difícil; las dudas sobre si este negocio lograría sobrevivir los acechaba en las primeras semanas.
"Mi esposo y yo hemos platicado de que al principio estábamos sentados con el miedo de que hicimos mal las cosas, que si nos aventamos y no era el momento, pero ahorita no, sentimos un tranquilidad y seguimos trabajando. Ser constante trae algo bueno", dijo.
"MI ESPOSO Y YO…”
Edelmira agradece a su esposo el apoyo que le ha brindado para emprender su negocio. "Mi esposo es muy inteligente", añade, y destaca su capacidad para organizar mientras ella aporta en la preparación de alimentos. Dice que son un equipo.
Con el tiempo pretenden crecer, como cualquier negocio, y obtener mayores ganancias para subsistir. Pese a la pandemia han sabido generar ingresos y poco a poco han mantenido una estabilidad laboral que, aunque los dejé cansados, se sienten seguros.
En ese sentido, Edelmira señaló que esto se logra con mucho esfuerzo y un equipo de trabajo sólido. Ha visto los frutos de su esfuerzo crecer y espera continuar así, con la preferencia de sus clientes y muchos años de vida por delante.
"Sí se puede. Una necesita querer hacerlo y que te apoyen. A veces no se lo digo a mi esposo, pero doy gracias a Dios de que él esté ahí. Hacer un equipo es importante y junto a mi esposo hemos sido un equipo, así que es cierto, sí se puede", concluyó.