Entre 20 y 30 taxistas no autorizados esperan por día afuera de la Sala A de la Terminal de Autobuses de Querétaro (TAQ) a que los usuarios salgan a buscar su transporte, pese a las denuncias de tarifas excesivas, agresiones y hasta robos.
Le apuestan a que la gente vaya con ellos en lugar de esperar de 15 minutos a una hora a que lleguen los taxis autorizados. Los usuarios no saben que les cobrarán hasta 400 % más que la tarifa permitida y que muchos de esos taxistas son agresivos o llegan a quedarse con sus pertenencias.
En los últimos ocho meses la TAQ documentó 15 agresiones y quejas de abusos por parte de esos taxistas, todo en videos que le entregó al Instituto Queretano del Transporte (IQT) sin que hasta ahora se ponga un orden en el sitio.
Para el gerente general, Mauro Ochoa Ávila y el personal de seguridad de la TAQ, afuera de las salas de espera se vive en la “anarquía” porque la actuación de los taxis irregulares vuelve a esta zona una “tierra de nadie” y afecta a los usuarios que todos los días demandan tres mil viajes de taxi y hasta cuatro mil 200 viajes diarios los fines de semana, frente a sólo mil 200 carros autorizados para operar aquí con tarifas que no cambian desde 2013.
"TIENEN CONSIGNA CONTRA NOSOTROS”
Alrededor de la 1 de la tarde hay pocos pasajeros que salen de la Sala A de la TAQ, un grupo de taxistas sin permiso de operar ahí se encuentra justo en la puerta del sitio y cinco de ellos rodean a un hombre que carga una maleta y preguntó el costo a un punto de la ciudad.
Le dicen que son 350 pesos y le insisten que no va a encontrar más barato. El hombre duda y trata de irse pero uno de ellos camina a su lado, insistiendo que puede bajar un poco el costo pero que va a un lugar muy lejos, un maletero respalda el dicho y le advierte que si se regresa a comprar boleto para un taxi autorizado va a tener que esperarse más de una hora, porque “hoy hay pocos carros”.
Al final el hombre se pierde en la avenida y regresa enseguida para seguir negociando con ellos. Unos minutos antes los taxistas irregulares aseguraban que los medios de comunicación tienen “consigna contra ellos”, que se les olvida que ellos “también tienen familias y necesidad”.
De acuerdo con datos de la TAQ, los taxistas autorizados para operar en el sitio sufren porque no hay actualización de tarifas desde hace cinco años y prefieren no ir porque "afuera cobran más”.
Un viaje de este lugar al centro histórico de Querétaro se cobra en 50 pesos con seguro de viajero adentro de la terminal, pero a veces hay que esperar hasta una hora. Afuera el taxi puede abordarse de inmediato, pero pueden cobrar entre 150 y 200 pesos y mucha gente lo paga, aunque a veces no llegan sus pertenencias porque “el taxista se pone de acuerdo con algunos maleteros", según versiones de la TAQ.
En el caso de los extranjeros también hay abusos. Los taxistas sin permiso reciben el dólar a diez o a doce pesos, pero el IQT se niega a incrementar las tarifas para incentivar que más operadores con permiso acudan a la terminal.
“Todo es conocido de la autoridad”, asegura Mauro Ochoa, quien sostiene que los problemas más severos empezaron hace tres años y cada vez aumenta más la intensidad del conflicto sin que la autoridad ponga orden a la zona en la que podrían intervenir los tres niveles de gobierno.
"Esta es zona federal y zona municipal o estatal, es federal de las puertas de los edificios al interior de las salas, taquillas, andenes, patio de maniobras y estancia, lo que está bajando el puente es competencia municipal o estatal y lo federal también le puede entrar, pero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no puede detener a los taxistas y yo no puedo quitar placas ni detener”, declara Mauro Ochoa.
Afuera los taxistas ven pasar a los periodistas a los que se citó a confrerencia de prensa para mostrar 15 videos de agresiones en los últimos ocho meses. “No le crean a Mauro” grita uno, “los reporteros tienen consigna contra nosotros” agrega otro que después reía, cómo un periodista “tembló del miedo que nos tienen”.
DISPUESTOS A COLABORAR POR LA SEGURIDAD
A finales de los 90, cuando la TAQ recién iniciaba, adquirió una camioneta que se equipó como patrulla y se donó al gobierno del estado, para garantizar la seguridad de los usuarios que acudían a este lugar ubicado a las afueras de la ciudad.
Desde entonces a la fecha las cosas cambiaron. Hace un año, para las vacaciones de semana santa y preocupados por la situación con los taxistas, la TAQ logró la creación de un grupo de WhatsApp con las autoridades locales para atender cualquier problema de seguridad pero ese grupo ya no opera.
Actualmente sólo se realiza un voceo constante en las bocinas de las salas de la terminal, donde se le advierte a los usuarios que por su propia seguridad no tomen taxis no autorizados y se colocan fotografías en las puertas de salida, pero la gente “no se da cuenta”.
Además de las denuncias por los altos cobros, se tienen ahora quejas de que se “perdieron” las maletas en el trayecto porque Ochoa Ávila y su personal estiman que los taxistas irregulares llegan a “coludirse” con algunos maleteros para perder las pertenencias de los usuarios.
“No creo que esté nadie detrás de ellos (de los taxistas), sólo están físicamente y como nadie los quita, están ahí, es un equipo de gente irregular, hubo como dos o tres taxistas a los que se les dio una calcomanía y se les dijo el procedimiento, se les dio la calcomanía y andaban trabajando igual, son mañosos y hay de todo, hay independientes, algunos agrupados a una federación”, reconoce.
“LE REVENTARON EL OÍDO A GOLPES”
El coordinador de Seguridad de la TAQ, J.Guadalupe Velázquez, señala que muchos de los problemas se centran en "cuatro o cinco personas identificadas por agredir verbalmente, por hacer caso omiso a los avisos que se les dan”, pero el problema de la irregularidad es generalizado.
“A los guardias los han amenazados, (les dicen) no te vamos a hacer caso, házle como quieras", reconoce, para luego admitir que le pidieron a los guardias no llegar a las agresiones físicas, porque a uno de ellos uno de esos taxistas “le reventó el oído a golpes”.
Entre los 15 videos de agresiones documentados en sólo ocho meses aparece el de Iván González y Eric Robledo, periodista y fotoperiodista de Querétaro. El video se viralizó hace una semana porque consigna los golpes en contra del periodista mientras grababa la manera en lo que operan los taxistas.
Mauro Ochoa se sumó al repudio a los hechos, pero advierte que no puede hacer más. Algunos taxistas incluso se meten a los andenes, buscan pasaje en los pasillos y salen con ellos sin que sepan el riesgo que corren al salir así de la terminal.