Eran las 8 de la mañana y la fila llegaba hasta avenida Zaragoza, los ciudadanos foráneos esperaban su oportunidad para ejercer su derecho a voto en la casilla especial que por primera vez se instaló en el Hospital General Regional número 1 del IMSS; sin embargo, fue hasta hora y media después entre rechiflas y descontento que las personas comenzaron a pasar a las urnas, en una jornada que para esta prueba piloto que el INE implementó en los nosocomios del país, resultó accidentada ante la insuficiencia de boletas que dejaron sin votar a cientos de visitantes.
Médicos, enfermeras, personal de guardia del hospital y familiares de los pacientes internados en el nosocomio, buscaban ejercer su derecho ante la oportunidad que esta casilla les daba de salir unos instantes a votar, sin embargo, también muchos ciudadanos foráneos hicieron presencia en la casilla a la espera de pasar a las urnas ubicadas junto a las oficinas delegacionales del instituto.
Tras una hora de espera y sin abrir la casilla por falta de boletas, los ciudadanos comenzaron a molestarse ante el hecho, mientras que la fila seguía incrementándose hasta darle vuelta a toda la manzana. Fue a las 9:30 horas que oficialmente comenzaron a pasar uno a uno a emitir su voto, pero sin calmar el enojo de los presentes quienes exigieron mayor velocidad de los funcionarios de casilla y no dejar pasar a los médicos, enfermeras y personal de hospital, para quienes originalmente estaba instalada la casilla.
“Yo antes de las ocho llegué y dije voy a tener un buen lugar, y es la hora que no inicia, cómo es posible que si dicen a las 8 va a empezar, porque no les traen las boletas a las 6 o a las 7, están haciendo mucho tiempo, no son puntuales y nosotros venimos a cumplir nuestra obligación, que ellos cumplan con la suya, es lo único. Nosotros que andamos en tránsito y estamos aquí por cosas de trabajo, venimos a ejercer nuestra obligación”, señaló Elvira Salcido Olguín.
Los ánimos se calentaron y pese a que representantes del INE explicaban a la población que la casilla había sido habilitada para los trabajadores y pacientes del hospital, los ciudadanos comenzaron a agredirlos verbalmente, a tal grado que la Policía Estatal tuvo que hacer acto de presencia y acabar con el encono.