El flujo de migrantes centroamericanos por México con rumbo hacia Estados Unidos es un fenómeno que no se puede evitar, por ello la Iglesia Católica ya trabaja en mejorar la casa del migrante y contar con una nueva en Santa María Magdalena.
Tras la detención de 144 migrantes en San Juan del Río, donde también viajaban menores de edad, el vicario general de la diócesis, Martín Lara Becerril dijo que la comunidad católica no puede cerrar sus puertas en apoyar a quienes van de paso hacia el país del norte, por lo que se busca mejorar la atención de la casa del migrante Toribio Romo en San Pedrito Peñuelas y acelerar el trámite para contar con una casa del migrante más grande en Santa María Magdalena.
“Cada nación ha implementado determinadas políticas para controlar el flujo migratorio, en el mundo la migración es constante, Europa está invadida de migrantes y todos los polos de desarrollo a nivel mundial son objeto de migración”.
Dijo que México y américa del norte no son los únicos puntos de migración, pues también se ve este fenómeno en medio oriente, África y Europa, pues a pesar de los esfuerzos por los diversos países, la migración persistirá.
“En México tenemos 12 millones de mexicanos en Estados Unidos, no es cosa menor, ahora el hecho de que los centroamericanos pasen por el país para ir a Estados Unidos es parte del flujo migratorio mundial donde el hombre va en busca de mejores condiciones de vida para sí mismo y para su familia”.