En el cerro del Bautisterio, en La Cañada, el grupo de Tribunales de Jesús llevó a cabo la escena de la crucifixión de Cristo, una de las representaciones del viacrucis de mayor relevancia en Querétaro con la participación de más de 150 actores..
Con un cálculo de 39 mil asistentes, desde las 8 de la mañana comenzó el desfile de actores del Socavón hacia el Callejón de las Granadas, dando así inicio a una tradición de 158 años en esta localidad y por cuarta ocasión a René Blanco Loza en el rol de Jesús, quien recorrió 1.8 kilómetros hasta la crucifixión.
En los alrededores de la Parroquia de San Pedro fueron colocados cuatro escenarios (Herodes, Poncio Pilatos, Caifás y La última cena). Miles de personas se reunieron en los alrededores, en las calles estrechas de esta localidad para vivir a través de esta representación las últimas horas de Cristo.
Ambientados por el sonido de tambores y el desfile de fieles por La Cañada, decenas de puestos de comida y artesanías daban sabor al Viacrucis con platillos típicos como guajolotes y mojarras, fruta picada y preparados para micheladas, así como las tradicionales nieves de este sitio, que lucieron repletas en el transcurso del día.
El sol y las altas temperaturas no impidieron que la población local acompañara este proceso de fe hasta el cerro del Bautisterio, donde decenas de personas ya se resguardaban del calor bajo los árboles al pie de este sitio, quienes desde temprana hora encontraron lugar para presenciar el acto final en este Viernes Santo.
Para la población local este es un momento festivo, más que de luto, pues la verbena popular no se hizo esperar, con gente por doquier caminando de un lado hacia otro platicando con amigos y familiares, algunos con artículos religiosos entre sus manos, en este puente de Semana Santa en el que muchos aprovecharon para descansar.
Los actores y organizadores de este Viacrucis se implicaron en cada una de sus representaciones, en un evento que genera dinámicas comunitarias, donde cada uno de los que participan asumen los costos y el tiempo de dicha celebración, y que ha subsistido gracias a la colaboración de la comunidad católica y vecinal de La Cañada.
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La relevancia del núcleo histórico de La Cañada radica en la herencia de 158 años de una rica y única manera de llevar a cabo el viacrucis, y que este 2023 vuelve sin ningún reparo ni medida luego de un periodo de pandemia de Covid-19, para seguir con su cauce los próximos años dejando, de nueva cuenta, otra huella en la memoria de Querétaro.
