Las dos mujeres que cuentan con órdenes de aprehensión en su contra por su participación en la marcha del 8M no se han presentado debido a la intimidación y al miedo a que se violenten sus derechos como ha ocurrido con otras cuatro mujeres, afirmó una activista de la organización Feminismo para todas.
La activista, quien prefirió reservar su nombre, mencionó que, debido a los antecedentes que hay sobre este tema, las mujeres han manifestado temor de que sus derechos sean violentados; además, comentó que ha habido poca transparencia en la información relacionada con las atenciones.
“Lo que sí, las órdenes son de las compañeras que no se han apersonado por intimidación y miedo porque conocen las violaciones a derechos humanos de las otras compañeras y detenciones arbitrarias. No se han presentado, pero las denuncias se levantaron el mismo 8 de marzo”, señaló.
Lo anterior, luego de que Mariela Ponce Villa, magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, informara que existen otras dos órdenes de aprehensión contra mujeres que participaron en la manifestación feminista del pasado 8 de marzo.
En entrevista vía telefónica, recordó que cuatro de las mujeres investigadas aceptaron el juicio abreviado, que dio conclusión al proceso en su contra, tras la intimidación y presión del estado de la que fue objeto la defensa; motivo por el cual decidieron cambiar de representación legal en la investigación de la joven que no fue procesada.
“La otra representación decidimos dejarla porque no cumplió con lo que se había acordado en cuanto a la defensa y cedió a las intimidaciones y a la presión del estado para presionar a las compañeras a aceptar el juicio (abreviado), nosotras nos vamos a deslindar de la representación porque no nos ha representado”, enfatizó.
La activista apuntó que hasta ahora no se ha presentado ninguna queja en contra de las intimidaciones de las que han sido objeto, aunque refirió que se está analizando interponerlas. Además, afirmó que las investigaciones que se realizan forman parte de una persecución política en contra del movimiento feminista.
“Es un claro ejemplo de la violencia que vivimos en Querétaro, que aunque las autoridades lo nieguen, incluso ellas mismas son las que lo están ejerciendo en este momento, es un claro ejemplo de la violencia que se ejerce y en vez de que el estado nos garantice un estado libre de violencia ahora también la está ejerciendo sobre las que luchamos para que no sigamos viviendo la violencia hacia las mujeres”, concluyó.