Académicos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) calificaron como intimidante y excesivo el proceso de verificación interno que realiza la institución para comprobar la asistencia de los profesores a las clases que imparten, esto a pesar de que de acuerdo con datos de la Secretaría Académica, en 2018 se registraron 22 mil faltas en todas las unidades académicas lo que representa el 6.4% de las horas totales que se imparten en la casa de estudios.
En sesión de Consejo Universitario fueron los Colegios de profesores de las Facultades de Psicología, Ciencias Políticas y Sociales y Contaduría y Administración, los que se pronunciaron por esta verificación, la cual se realiza desde 2015 pero que consideraron excesiva e intimidante, toda vez que las personas que lo llevan a cabo no se identifican y las realizan a discreción, sin conocer las actividades que los profesores realizan fuera de las aulas.
“Deseamos externar y hacer pública nuestra condición frente a prácticas que consideramos que no hay una política institucional que nos informe para qué es este tipo de procedimientos, los resultados y consecuencias de los procesos de verificación, ni cómo seleccionan la información y qué uso se le da (…), pensamos que la excesiva vigilancia abona a gestar un mal clima laboral pues esta parte de la desconfianza al suponer que los profesores son faltistas, no trabajan y no cumplen y eso es carente de fundamento”, señaló Antonio Flores González, consejero maestro de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
A este respecto, la consejera maestra de Psicología, Gabriela Calderón Guerrero solicitó a través de un pronunciamiento la suspensión de este proceso de verificación, toda vez que esta práctica abre la puerta a la discrecionalidad, toda vez que las personas que llevan a cabo estas acciones no dan la posibilidad de refutar sus faltas.
NO VAMOS A CESAR LAS VERIFICACIONES
La rectora de la UAQ, Teresa García Gasca advirtió que las verificaciones que se han llevado a cabo desde hace más de tres años, no cesarán, pero se comprometió a llegar a acuerdos y hacer un procedimiento claro que sea menos hostil para los académicos, en el entendido de que no pretenden generar un ambiente de tensión.
En entrevista posterior, la rectora especificó que son 23 los verificadores que fueron capacitados específicamente para esto, en el afán de tener una muestra representativa de las faltas y asistencias de los académicos, con quienes se trabaja para que cumplan cierto protocolo al momento de llegar a alguna Facultad, se identifiquen y no cause molestias a los profesores.
Dijo que estos verificadores, que tienen un sueldo “modesto”, toma la asistencia o no asistencia que recibe la Secretaría Académica en tiempo real, dependencia que checa si se cuenta algún justificante o situación para ese profesor o clase y con ello corregir ciertas cuestiones hasta administrativas.
“El sistema hasta ahí es correctivo no punitivo, no estamos castigando a nadie porque necesitamos que el sistema trabaje bien sin dudas y con claridad, y nos ha permitido hablar con profesores saber porque no acuden a clase, algunos casos son retardos reiterados y los sensibilizamos en la puntualidad, en algunos casos son errores administrativos en donde un profesor se le carga una clase al mismo tiempo que otra”, agregó García Gasca.
Por último, dijo que la Universidad tiene la responsabilidad de que si un profesor se comprometió a dar una clase, se dé, toda vez que es un derecho de los estudiantes, por tanto se trata de una situación importante que se debe seguir revisando para que baje el número de faltas en la institución.