Desde sus casas, miles de peregrinos concluyeron la peregrinación espiritual, en la cual la Diócesis de Querétaro agradeció la obediencia y la disciplina de quienes se quedaron para cuidar su salud y la de sus familias.
En una misa celebrada en celebrada en la parroquia de la Divina Providencia, el vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, agradeció la paciencia y colaboración de los más de 60 mil peregrinos de la columna de hombres, mujeres y ciclistas que obedecieron las recomendaciones de la Secretaría de Salud y de la misma Diócesis.
“A ustedes les quiero invitar a que en su vida de todos los días a ser sabios, ser prudentes y hay que vivir así nuestra vida, hoy en este punto de la peregrinación quiero agradecerles a ustedes hermanos que este año han sabido ser sabios y prudentes”.
Lara Becerril destacó la peregrinación como una manifestación del reino de Dios, una perla con gran valor para la sociedad queretana, la iglesia y sus fieles.
“Que bella es la peregrinación, esas columnas interminables, los cantos que año con año nosotros cantamos, orar junto con la iglesia peregrina, es un tesoro de grande valor de nuestro pueblo queretano el ver que miles y miles de peregrinos caminan a nuestra peregrinación hay que entenderla como parte del Reino de Dios”.
Destacó el valor espiritual de la peregrinación que fue solidaria y con un alto valor espiritual desde los hogares y familias de los queretanos.
“En casa, el amor a la virgen María, se ha esparcido como un perfume en tu sala, en ese pequeño altar que has tenido en casa, en ese Cristo que todos los días contemplaron tus ojos, en ese rosario que todos los días le fuiste dando una y otra y otra vuelta. Hemos hecho una peregrinación muy sabia”.