La zona habitacional de Álamos está experimentando una notable transformación debido a una oleada de nuevos comercios orientados hacia personas con mayor poder adquisitivo que los residentes originales. Esta área se ha convertido en un punto de interés para los queretanos, que con la llegada de nuevos establecimientos ha ampliado considerablemente el perfil socioeconómico de la zona.
De acuerdo a Claudio Sarmiento, consultor urbano del Tecnológico de Monterrey, Álamos se destaca como una de las pocas áreas de la ciudad que reúne una combinación única de atributos, lo que la convierte en un lugar atractivo para todos los residentes de la metrópolis.
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Sin embargo, advierte que esta transformación refleja una problemática más profunda en la planificación urbana de la ciudad, donde aquellos con mayores recursos están desplazando a quienes tienen menos, generando una segregación socioeconómica en la región, aunque si bien no marcada como en otros sitios como el barrio de La Cruz, sí notable en muchos sentidos.
"Es un síntoma de una ciudad que crece sin los ingredientes que hacen una buena ciudad, lo que hace que quienes tengan más dinero se apropien de estos espacios y echen para afuera a las personas que no tienen tanto dinero y que estén medio obligados a mudarse a otra parte de la ciudad que no tiene estos activos económicos, comunitarios, sociales, accesibles. Esta zona de Álamos, principalmente el corredor que se hace en Paseo Álamos e Industrialización, es un ejemplo a seguir para la ciudad, pero no para replicar el tipo de comercios".
Sarmiento también destaca la gentrificación como un fenómeno presente en Álamos, caracterizado por un cambio poblacional y la resistencia al cambio por parte de algunos sectores de la comunidad. Esta situación ha generado tensiones entre diferentes grupos poblacionales y entre vecinos y comerciantes.
"Esto me lleva a la gentrificación, donde es un fenómeno que se caracteriza por un cambio poblacional, que en este caso cambien familias, de padres e hijos que vivían ahí y que son gente mayor, a gente joven, y también la resistencia a ese cambio, y es que en lugar de anticipar el cambio y planearlo, hay una oposición a cualquier cambio y un hartazgo para hacer algo y el cambio se da natural, sin planeación, lo que tiene como consecuencia que haya diferencias entre grupos poblacionales, como entre vecinos y comerciantes".
Para Juan Manuel Solares García, residente de la zona, la población ha ido cambiando con el paso de los años, pues muchas de las casas se encuentran en renta, viniendo por la migración hacia Querétaro, personas de clase media, con mayor poder adquisitivo que los residentes originales, derivado de ubicación y accesibilidad.
"Esta migración se ve impulsada por las ventajas de ubicación de Álamos, que ofrece un fácil acceso a diversas áreas de la ciudad. Sin embargo, también hemos visto una proliferación de grandes comercios que han comenzado a dominar la zona, alterando su carácter original y generando preocupaciones sobre la preservación de su identidad, sobre todo que cada vez se hace más caro todo porque los pequeños negocios que existían se ven afectados por sitios como HEB".
Laura Fonseca, comerciante restaurantera, indicó que el crecimiento de esa zona en particular ha afectado considerablemente la zona, pues las ventas se ven reducidas ante la imposibilidad de competir con cadenas comerciales o empresarios con gran inversión, acaparando parte de los servicios de comida, entre otros.
"Yo soy residente de aquí y cada vez vemos cambios. Querétaro ha cambiado mucho, nosotros también. Llega mucha gente de fuera, hay pocos queretanos y pues los que llegan se van a los fraccionamientos, los barrios y a colonias como esta, donde encuentras personas de otras zonas, extranjeros, gente que tiene otra dinámica a la que estábamos acostumbrados. Mi negocio funciona y viene gente, mi clientela, pero sí ha sido poca, la mayoría va a otros lugares".
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Uno de los principales desafíos identificados por los vecinos residenciales y comerciales de Álamos está relacionado con la gestión del automóvil. La falta de estacionamiento y el exceso de tráfico son problemas recurrentes que afectan la calidad de vida en la zona.
"Los automóviles son un problema que viene con todo ese crecimiento. Locales, negocios y vienen muchos carros, aparte de que algunos toman por aquí para ahorrarse el tráfico de Bernardo Quintana, pero Álamos se está convirtiendo en un estacionamiento gigante por sí mismo, ya que ¿dónde van a estacionarse todos los que lleguen a comprar? Nuestras casas tienen ese constante problema, como en el Centro, de que hasta nuestras puertas se estacionan y ni nosotros tenemos dónde hacerlo", mencionó Mariana Esquivel, también residente de la zona.