Alerta por año seco, 6 meses sin lluvia…

El estado lleva seis meses de estiaje, periodo que se incrementaría por el comportamiento de las temperaturas en los últimos años

por Iris Mayumi Ochoa Herrera

  · jueves 14 de marzo de 2019

La radiación solar incide directamente sobre nosotros por la atmósfera seca que se tiene ante la falta de lluvia.

El 2019 podría ser un año seco para Querétaro, afirmó el coordinador de la maestría en Hidrología Ambiental de la UAQ, Enrique González Sosa, quien dijo que hasta el momento el estado lleva seis meses de estiaje, periodo que se incrementaría por el comportamiento de las temperaturas en los últimos años.

En entrevista, explicó que hay una tendencia a que existan años más secos que otros y con base a la periodicidad hace 15 años se registró un estiaje similar al de este año, por tanto al no tener precipitaciones desde hace seis meses, contribuye a un incremento en las temperaturas.

Las tierras están a la espera de las primeras lluvias para ser cultivadas. Foto: Luis Luévanos

“Hay años secos y años muy húmedos y éste podría ser un año seco, el año pasado no recuerdo si fue lluvioso, pero son periodos de años húmedos y otros secos más o menos cuyo valor promedio es de 550 milímetros de lluvia”, reconoció González Sosa.

Destacó que el cambio climático y la urbanización desordenada, son factores que han contribuido en el incremento de las temperaturas, que para el caso de Querétaro se refleja en la radiación solar que llega a la superficie terrestre que es mayor ante la falta de vegetación.

En este contexto, reconoció que de la década de los setenta a la fecha, la zona urbana de Querétaro ha crecido de manera desordenada, lo que provoca un mayor almacenamiento de calor provocado por la radiación solar y la falta de vegetación.

“La radiación solar que llega a la superficie terrestre, es decir, el porcentaje de energía que es reflejada se modifica, y esa energía es absorbida y hay almacenamiento de calor favorecido por las condiciones del cambio climático y hay una especie de estabilidad que sin aire aumenta las concentraciones de calor, por eso las temperaturas se han elevado”, agregó el catedrático.

Comentó que al no haber lluvia, no hay flujo de vapor y por tanto no existe absorción de energía solar y esa atmósfera seca provoca que los rayos solares lleguen directamente sobre la población, de ahí que se considere peligrosa esta condición climática por la que atraviesa la entidad.

Por último, el coordinador de la Maestría en Hidrología Ambiental reconoció la importancia de las áreas verdes como una medida de amortiguamiento para disminuir el almacenamiento de calor, algo que incluso se ha medido en la propia capital.

“Hemos medido en la Alameda, justo en la frontera de la Alameda al otro lado de la calle son dos grados de diferencia, y se siente porque la vegetación utiliza la energía para la fotosíntesis”, finalizó Enrique González Sosa.

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