El proyecto de Valeria Caltzontzin Rabell, alumna de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), consiste en el desarrollo de biocombustible a partir del suero lácteo, con ayuda de moscas soldado.
La propuesta es innovadora y cuenta con la asesoría de Claudia Gutiérrez Antonio y consiste en emplear las larvas de moscas soldado para degradar el suero lácteo; este residuo se desecha de la producción en la planta piloto de lácteos de dicho espacio universitario para obtener biodiésel.
Valeria Caltzontzin señaló que es una cantidad alarmante de residuos orgánicos los que se desperdician de la producción de lácteos, para los cuales hay diversos tratamientos térmicos, químicos y biológicos entre los que se encuentra el uso de microalgas e insectos.
De acuerdo con la investigadora, optar por un proceso biológico es más amigable con el medio ambiente y dota de un valor a los sobrantes, además de ser más rentable su transformación.
“Las larvas, de origen africano, tienen una gran capacidad para degradar casi cualquier residuo y se ha observado que lo dejan prácticamente sin ningún patógeno, un microorganismo dañino como Salmonella y E.Coli”, enfatizó la universitaria.
La mosca soldado transforma en proteína y grasa todos los residuos que ingiere la larva, por demás que está conformada por un porcentaje entre el 40 y 50% de proteína respectivamente.