Los comerciantes establecidos del primer cuadro del Pueblo Mágico de Bernal han denunciado la invasión de vendedores ambulantes y el caos en los espacios públicos. El jardín principal ha sido ocupado por estos ambulantes, afectando el orden y contraviniendo el reglamento de movilidad urbana al obstruir el libre tránsito peatonal y vehicular.
Desde la conclusión de la pandemia de Covid-19, el jardín principal de Bernal ha sido invadido por vendedores ambulantes y el comercio informal, situación que ha afectado tanto el tránsito de personas como de vehículos. Esto señalado por diversos empresarios y locatarios de la zona.
En muchas de las áreas destinadas para el ascenso o descenso de pasajeros y en los espacios de estacionamiento, pequeños negocios de transportación turística han establecido sus operaciones, usando estos espacios como áreas de maniobra y exhibición de vehículos.
Durante un recorrido reciente por el pueblo, se constató la ocupación constante de los espacios públicos por parte de comerciantes ambulantes. La presencia de vendedores con bebidas alcohólicas en mano y la instalación de carteles improvisados para la renta de vehículos, como las Razer, se ha vuelto una imagen cotidiana.
Estos vehículos, que según los vendedores pueden transportar hasta nueve pasajeros, han sido motivo de preocupación debido a la falta de regulaciones y el riesgo asociado.
Las calles cercanas al jardín principal se han visto afectadas por el desbordamiento de actividades nocturnas, con bares que cierran después del horario permitido y venden bebidas alcohólicas para llevar, lo que ha llevado a un incremento en el número de calles en mal estado.
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El papel de la inspección municipal, liderada por Édgar Jiménez, ha sido cuestionado por algunos comerciantes que sienten que el cargo queda corto ante la situación. Se ha observado un aumento en la renta de motos sin placas y sin cumplir las normas de seguridad, como el uso de casco, y el consumo de alcohol mientras se manejan, lo que ha resultado en accidentes frecuentes.
A pesar de los esfuerzos por incorporar a Bernal en la narrativa cultural del gobierno estatal, incluyendo eventos como el Hay Festival, el pueblo aún enfrenta desafíos significativos para fortalecer su identidad cultural y mejorar la situación actual.
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