Preocupa a coheteros de San Gaspar, en el municipio de Cadereyta, la regulación de la pirotecnia en el estado, pues afirman esto perjudicará en su economía, ante lo que consideraron es una tradición de comunidades que aún prevalece, donde las mayores quejas sobre su uso provienen de las ciudades.
Francisco Pintor es un joven proveniente de una familia de coheteros, Los Pintor, desde hace cinco generaciones, en una de las principales comunidades de coheteros en el estado, junto a Boxasni, donde conviven cerca de 60 familias en total, quienes dependen de este negocio.
"Aunque siempre ha habido regulación, no es como que estemos así nada más. En la ciudad de Querétaro han rechazado la pirotecnia porque ya muchos no son de ahí, no conocen la tradición. Sí nos preocupa, claro, nosotros vivimos de esto, pero lo bueno es que en las comunidades esto no sucede, ahí sería más difícil su regulación".
Añadió que si bien Querétaro y Corregidora son sitios donde comercializan su mercancía, muchos de sus compradores provienen de comunidades de municipios como San Joaquín, Pedro Escobedo y El Marqués, además de Cadereyta, para las fiestas patrias y las fiestas patronales de las distintas parroquias.
Indicó que como familias viven 100% de esto, en un trabajo en el que aseguró tiene una tradición religiosa detrás significativa para muchas personas, donde si bien puede ser molesto para algunos, son parte de un fenómeno de identidad comunitaria.
"La pirotecnia siempre va a molestar y es parte de eso, busca eso, hacer ruido; no lo podemos evitar. Además de que en las comunidades y rancherías tampoco es que se haga diario, son muy específicas las fechas donde se usa pirotecnia. Pero los problemas siempre pasan en las ciudades".
Y es que, Francisco Pintor aseguró que sufren de discriminación por ello en las ciudades, ya que la gente los suele menospreciar llamándolos "indios" o "rancheros", además de que los acusan de perjudicar a animales o personas de la tercera edad.
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"La pirotecnia es todo un arte y un conocimiento. Para empezar, se deben quitar ese prejuicio porque, para empezar, la ciudad nos ha quitado a nosotros muchas cosas como el agua, y lo que nosotros hemos hecho es aceptarlo, y entonces que ellos también acepten nuestra forma de celebrar las cosas, que se acerquen a la pirotecnia, que es ciencia, es química, física, teoría del color, dibujo, arquitectura, no solo es el ruido y ya".