La pandemia del Covid-19 ha dado un giro a la vida diaria, la tradición de vestir al Niño Dios también se ha adaptado a la realidad de la pandemia, ahora con cubrebocas y careta se rinde homenaje a los héroes que dan la vida todos los héroes que diariamente libran la batalla contra este virus.
Susy Espíndola empezó a vender ropa para niños Dios desde hace más de 18 años, su local está ubicado en la calle de Josefa Vergara, reconoce que desde la primera quincena de enero las familias empiezan a comprar ropita para vestir a sus niños con diversas alusiones o santos, este año hay un ropón elegante que hace referencia a la medicina y porta una careta.
Asegura que vender ropa de niño siempre se hace con respeto, afirmando la fe de las personas, pero este año particularmente se pide por la salud.
“No vendemos cosas de moda, tratamos de hacerlo muy respetuoso y el niño que todos los años trae cubrebocas y este año trae careta es el niño cirujano, así viene, no porque se haya puesto de moda”.
Los precios de la ropa de niño Dios va desde los 50 hasta los 200 pesos, aunque el traje de niño cirujano no es tan demandado, este año no han subido los precios y la ropa blanca se ha vendido más.
“Siempre es con respeto, más bien si tienes la fe se lo ofreces (la ropa) con mucho respeto y la ropa de lo que vistes a tu niño pero no de juego, ni de burla, ni de broma, siempre con mucho cariño”.
En redes sociales se viralizan tendencias de pintar al niño Dios de personajes de caricaturas o ciencia ficción, tomando como base la figura, eso se puede interpretar como una falta de respeto.
Andrea vende ropa en el mercado de La Cruz, reconoce que el ropón azul con el bordado que hace alusión a la medicina, donde el niño trae una careta es el más solicitado, el precio promedio de 120 pesos, depende del tamaño.
“Si hay muchas personas que lo toman a broma, nosotros no nos préstamos a eso, vendemos trajes de Juan Diego, de médico, ropones blancos, hasta de San Judas, pero ya quienes los visten de luchador o de caricaturas eso si es una falta de respeto y no lo hacemos aquí”.
Y es que la preocupación de la salud lleva a la gente a que poco a poco refleje su fe y esperanzas en otras representaciones del Niño Dios como este año es el niño cirujano.
“La gente que es de fe como se agarra más fuerte para tratar de sobrellevar la situación, no solamente para pedir saludo sino para pedir fuerza y soportar todo lo que se está presentando”, finalizó.