Dos hechos relevantes marcaron en la última semana a Morena, como partido y como gobierno. Ambos provocaron más pretextos en el régimen, que sorpresa en los ciudadanos. Porque por un lado los de las letras guindas buscan matizar sus continuos tropiezos y por otro, el tiempo le sigue dando la razón a la lógica. Es como si la realidad le estuviera diciendo a millones de mexicanos desde el 2018: “se les dijo”.
Vámonos en orden, y hablemos primero de la elección interna del partido del presidente, ese que ahora mismo le anda “cuidando” Mario Delgado.
Hay un dicho que dice que “el dinero que llega fácil, fácil se va”. Y no es que al presidente López Obrador le haya llegado fácil el poder, no a él no, pero a Morena sí. Y parece que “el poder que llega fácil, fácil se va también.” El control político al interior del Movimiento de Regeneración Nacional, está perdido les guste o no. Es cierto que hoy gobiernan no solamente el país, la capital y como nunca, tantos estados de la república. Pero esos ya están, falta lo que viene.
Así quedó demostrado en días pasados con la elección interna, el choque fue brutal, entre los que están, contra los otros que están, contra los que quieren estar, y contra los otros que quieren estar, o sea todos contra todos. La verdad que ahora sí enseñaron el cobre. Estos son los que quieren desaparecer al INE, se imaginan unas elecciones en manos de este gobierno y en manos de la gente de Morena, que para lo único que salieron buenos fue para emular las peores prácticas de la política mexicana; “pero no somos iguales”, dicen.
Luego tocó el turno al secretario de Gobernación, y la verdad es que sobra escoltar con más letras esa frase que le dijo a la madre de una persona desaparecida, que pedía junto con otro grupo de personas en la misma condición, un diálogo; pero como ya quedó claro, eso no es el fuerte del tabasqueño, (el otro tabasqueño) que sin miramientos, con una sinceridad y franqueza de acero le dijo a la mujer: “Pues yo tampoco confío en ustedes”.
Así con ese hiperrealismo político es que el gobierno federal y Morena se retratan de cuerpo entero.
Increible, ya se irán.