Sin el ánimo de sonar simplista, me parece que la situación actual que vive el país no admite más obviedades. Partamos de lo elemental; hoy el México está políticamente dividido en dos. Quienes apoyan al régimen de Morena el partido de López Obrador así como sus resultados actuales; y por otro lado aquellos que tienen otra visión de un país muy diferente al que hoy tenemos. ¿Mitad y mitad?, no suena mal para una elección democrática. Pero, no podemos perder de vista que quienes apoyan a la “Cuarta Transformación”, sí están en el mismo barco. Y quienes ven una necesidad de cambiar el rumbo de México, no necesariamente están en un mismo sitio, lo que hace que cualquier posibilidad en estos momentos de derrotar a Morena y aliados sea improbable por decir lo menos. Es decir, si esta elección del 2024 se va a tercios, tendremos otro sexenio gobernado por el partido de López Obrador. Dicho de otro modo, quienes rechazan al gobierno solo tienen en común eso, el rechazo, pero no la opción para combatir ese rechazo. Me explico, la oposición es un concepto que agrupa, pero no une en un fin específico.
Escapar de una emergencia, significa ponerse a salvo o evitar el peligro.
Hoy está claro que México está en una situación crítica. Primero hay que salir de ella, y luego ya podremos reconstruir y entrar en la batalla de las ideas, si no se hace ahora, no se podrá hacer después.
Lo único que une en dos vías a la oposición política y a la oposición ciudadana se llama alternancia.
Ahí es donde está la salida de emergencia.