Los anticuarios de Querétaro sobreviven a la pandemia por el Covid-19 con altibajos, y a pesar de que al inicio de la contingencia sanitaria tuvieron que cerrar sus puertas dos meses y medio, hoy todos se mantienen en pie y al servicio del público.
Francisco Rabell Flores, presidente de la Asociación de Anticuarios de Querétaro, dijo que durante este periodo, los anticuarios han padecido ventas bajas y muchas dificultades para realizar los pagos de rentas y servicios, pero ninguno ha tenido que cerrar definitivamente.
“Afortunadamente, aunque nuestros productos no es de primera necesidad, fuimos afortunados, nadie cerró; sufrimos, padecimos para pagar la renta, para comer, porque estuvimos cerrados dos meses y medio, sin embargo nadie cerró”, dijo.
Refirió que algunos compañeros anticuarios –que comparten espacios en casas- lograron acuerdos con los dueños de los locales para que les hicieran un descuento durante los meses que estuvieron cerrados, y en los primeros meses después de que reabrieron.
Comentó que después de la cuarentena, cuando reabrieron sus servicios, tuvieron dos meses de muy buenas ventas y después fue bajando poco a poco; y lo mismo ocurrió después de las elecciones, pues las ventas volvieron a subir.
“Con altibajos, hay días buenos, días malos, aquí no tiene nada que ver la quincena, en este tipo de negocios, hay quincenas que estamos muy bien y otras quincenas que nadie viene, porque van primero al super y al mercado”, comentó.
Actualmente, entre 40 y 50 personas forman parte de la Asociación de Anticuarios de Querétaro, de los cuales cerca de 25 se localizan en los alrededores de la calle de Venustiano Carranza, del Barrio de la Cruz del Centro Histórico de la Ciudad.
“La mayoría nos encontramos en esta zona, en dos cuadras a la redonda estamos aproximadamente 25 establecidos; buscamos estar cerca, porque cuando el cliente busca algo, si no lo encuentra conmigo, lo encuentra con el vecino o el otro compañero; nos ayudamos todos, dijo.
Destacó que actualmente esa zona, desde el mirador del Acueducto, pasando por el Convento de La Cruz, la calle Venustiano Carranza, el Museo de Arte Contemporáneo y Plaza de Armas, se ha convertido en un lugar turístico muy importante.
Señaló que los anticuarios, que cuentan con todo tipo de objetos antiguos como son libros, discos, maletas, cuadros, pinturas, y artículos de todo tipo de material como es cristalería, porcelana, metal y latón, cuentan con todas las medidas de seguridad sanitaria.