Aquí, primer lugar en tráfico de especies

por Patricia López Núñez

  · miércoles 23 de mayo de 2018

Por cada loro vendido mueren hasta 47, aseguran ambientalistas. Foto: Archivo OEM

Querétaro ocupa el primer lugar nacional en tráfico de especies, aseguraron integrantes de la organización Unidos por el Bienestar de los Animales, al exigir que se atiendan las denuncias que se presentaron por esta causa.

De acuerdo con datos de esta organización, por cada loro que llega vivo a un mercado “quedan muertos entre 10 y 47 en promedio”, de manera que se convierte en una cifra alarmante.

A nombre de la organización, Elsa Castañeda Regalón, subrayó que los animales con los que más se trafica son aves y reptiles, muchos de ellos en peligro de extinción o con problemas muy severos que los ponen en situaciones de alto riesgo.

Unidos por el Bienestar de los Animales es una de las organizaciones receptoras de estas especies cuando las decomisan las autoridades federales, para darles atención y albergue mientras se realizan los procesos legales, por lo que se advierte una problemática fuerte de tráfico en la entidad.

“Las especies más traficadas son reptiles y aves, sobre todo loros, incluso se pueden ver en el Cerro de las Campanas donde hay loros de los que primero permitieron las autoridades entrar al país y se escapan o los dejan ir y los traen de la costa o de Uruguay o de otros países”, declaró.

Agregó que entre los animales rescatados se encuentran desde tucanes hasta tigres muy pequeños y sus condiciones no son las mejores, porque en muchos casos se trata de animales que la gente trae de los lugares que visita.

“Una vez me llegó una iguana que estaba a punto de morir porque las personas fueron a Acapulco y se trajeron la iguana, nunca le dieron agua, estaba deshidratada, se entregó a un zoológico con permiso de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (PROFEPA)”, relató.

En otros casos, dijo, el crecimiento poblacional y los cambios en el medio ambiente ponen en riesgo a estos animales, como las zarigüeyas que se ven obligadas a salir de su hábitat para buscar comida, como sucede actualmente en la Alameda.