*15.5% decrecimiento
*41.8% caída de obra pública
*16% de desocupación
Durante los primeros nueves meses del año el valor de la contratación de obra total en el estado de Querétaro decreció 15.5%, ubicándose entre las 10 entidades con el peor desempeño.
Este decrecimiento tiene que ver sobre todo por la caída del 41.8% de la obra pública, ubicándose como la octava entidad federativa con el mayor impacto negativo en el valor de obra contratada, mientras que en la obra privada el estado presenta en el periodo enero-septiembre un decrecimiento del 6.6%, de acuerdo al Centro de Estudios Económicos del sector de la Construcción, (CEESCO), en su reporte sobre la Actividad Productiva de las Empresas Constructoras.
Con este decrecimiento el valor de producción de las empresas constructoras ascendió a poco más de 11 mil 176 millones pesos, de estos 6 mil 340 millones correspondieron a obras de edificación, 2 mil 469 millones de pesos transporte y urbanización, mientras que 376 millones 544 mil pesos al segmento de agua, riego y saneamiento y en electricidad y telecomunicaciones fue de poco más de 593 millones de pesos.
Esta caída se ha reflejado en retrocesos en el personal ocupado que en Querétaro en los nueve meses fue del 16% contra el 4.1% a nivel nacional
El CEESCO, destaca que las principales causas del deterioro de la actividad productiva de la industria de la construcción en el estado y en el país en 2019 han sido, la disminución en la ejecución de la inversión física presupuestaria, al registrar una contracción de (-) 14.4% en el periodo Enero-Septiembre de 2019, en relación con el mismo periodo de 2018. Los recursos destinados al desarrollo de infraestructura para el abastecimiento de agua potable y alcantarillado, así como al de comunicaciones y transportes, registraron caídas del 44.3% y 28.1% respectivamente.
Además del retraso en el inicio de las obras emblemáticas del presente gobierno, como los proyectos del Tren Maya, el Corredor Transístmico y el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Santa Lucía.
Un factor más la falta de confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros acostumbrados a las condiciones del régimen anterior, que en muchos casos imponían condiciones al Estado mediante acuerdos que atendían a los intereses particulares de empresarios y funcionarios públicos, no del desarrollo de la economía nacional y la postergación de diversos proyectos inmobiliarios que frenaron la actividad constructora.
A esto se le agrega la preocupación sobre la ratificación del T-MEC con Estados Unidos y Canadá.