Después de décadas de mirar el desarrollo de Querétaro desde las alturas y convertirse en un icono del progreso e industrialización de la capital queretana, la lata de leche condensada más famosa del mundo bajó de su torre.
Ubicada estratégicamente en 5 de febrero, precisamente en el inicio del corredor industrial capitalino, la planta de Carnation-Nestlé con su emblemática lata rojiblanca coronando la cima de una torre, ha sido un referente del paisaje urbano de la ciudad.
Sin embargo, para sorpresa de conductores y trabajadores de la zona, esta semana el paisaje urbano cambió. Y es que la imagen que dominaba el paisaje ha sido retirada de su base y colocada en tierra.
Desde el lunes se empezaron a realizar los movimientos para desinstalar la gran lata de leche condensada, con una enorme grúa ante el asombro de quienes pasaron por el lugar. Maniobras que fueron concluidas por la tarde.
Los tiempos cambian y el pasado es solo un recuerdo al que muchos llegan por la memoria, cuando el desarrollo económico, político y social comenzaba a ser parte de la vida cotidiana en Querétaro, dejando atrás fábricas de tradición como El Hércules, La Concordia o San José de la Montaña, motivo de progreso en el siglo XIX y que en los años cincuenta y sesenta fueron superados.
Y en este ciclo de cambios, el progreso sigue su curso, y este símbolo de trabajo en Querétaro llegó a su final, a la que le tocó presenciar los cambios en Avenida 5 de febrero hasta los inicios de la reingeniería del pretendido Paseo 5 de Febrero, que de nueva cuenta da paso a otra forma de entender el entorno, más adecuado a los tiempos actuales.
Una arquitectura simbólica entendida como aquella que emerge bajo la consideración de la cultura laboral, de las costumbres de miles de obreros, desde hechos sociales más que funcionales o de estilo, en una lata de Carnation que es más que eso, sino la representación de una etapa de una ciudad en auge.
Carnation fue la primera empresa norteamericana que se instaló en Querétaro en el año de 1950, seguido de Kellog’s, Singer y Tremec; en un periodo en el que el río Querétaro fue sustituído por Avenida Universidad y las poblaciones entonces lejanas de La Cañada y El Pueblito se vieron unidas por Avenida Constituyentes.
Fue en el año de 1961 cuando los terrenos de la Laborcilla y Carretas sirvieron a la industria inmobiliaria para la generación de nuevos parques industriales y plazas comerciales transformando a Querétaro en un sitio moderno, que motivó a miles de personas a migrar a la entidad, provenientes en su mayoría de Guanajuato y Michoacán.
Pero Querétaro sigue adelante. Sus símbolos urbanos van y vienen, siendo sustituidos por otros con mayor impacto y significado para los habitantes. Ahora la industria aeronática y tecnológica han llegado con una nueva dinámica laboral, de jóvenes y adultos en búsqueda de lo mismo de hace 70 años, pero con internet, innovación y, aunque sin la lata de Carnation adornando la ciudad, sí una nueva oportunidad para encontrar nuevos caminos.