Son balas convertidas en palabras. Es el retrato de lo que sevive en la calle. Es el rap, que se ha convertido en poesíalírica urbana. Para los raperos, versar no es sólo rimarpalabras, sino darles un sentido social. El cuaderno y lápiz seconvierten en su estilo de vida y el mejor medio catártico.
El escritor Feli Dávalos describió las diferencias entre elrap y el hip-hop, las cuales se remontan a los orígenes que tuvoeste género en el Bronx en Nueva York y su paso a lo comercial: elrap se usa para describir música comercial y hip hop refiereal underground; rap sugiere un estilo en particular, inclinado alo soez y altisonante, como en gangsta rap; y hip hop, en cambio,una aproximación social y políticamente consciente. Lacaracterística esencial del hip hop como estética es elreciclamiento de viejos medios para la creación de un nuevolenguaje, utilizando el concepto de estilo como el eje de sufortaleza creativa.
La indagación del rap como método de creación literaria nosólo ha quedado plasmada en palabras, sino que ha sido abordadodesde la cinematografía. Recientemente, el documental “Somos lalengua” de Kyzzas Terrazas plantea cómo el rap retrata unarealidad inmediata de quienes lo escriben y es ahí donde seescribe una especie de historia secreta o cotidiana y personal delos que rapean. “El rap lo que hace es una crónica muypersonal”, dijo el director del largometraje.
La poesía sobreritmos
“Debemos pensar el rap como poesía. Por su propia naturaleza,la poesía rapera depende del soporte musical. La sinergiaentre beats dando la pauta y un ingenioso discurso oral conmarcada cadencia, es orgánicamente seductora al oído humano yreconecta a nuestro mundo de alta velocidad y tecnología conanteriores tradiciones poéticas que iban acompañadas demúsica”, agrega en su texto Feli Dávalos. Escribir, improvisary describir sobre el beat, son los elementos básicos para lacreación de un par de rimas, el reto al que se enfrentan a diarioy en el que deben trabajar año con año.
Para componer “se debe enriquecer el vocabulario”, diceImanupcial, un rapero queretano que comenzó su camino desde hace10 años cuando tuvo su primer acercamiento con el género. El comenzar a escribir y llevar a la práctica el rap, vino de lamano del compromiso por leer y escuchar más géneros, abrirse aconocer sobre más temáticas.
“El lenguaje hay que pulirlo, nutrirlo y saber usarlo porqueno sólo es rimar por rimar, es un compromiso con la palabraauténtica”, dice Legión Daniélez, quien desde el 2016 se hadedicado al rap.
Hay algunos MC, como se refiere correctamente a quien lanzaestas rimas, que reviven las “letras muertas” de algunosescritores y abren el panorama para quien los escucha.
“La mayor aportación del rap a la historia de la poesíalírica, es la de haberla regresado a la esfera pública. Las y losMCs son poetas públicos. Por ello, y gracias al capitalismoglobalizado, el rap es la tradición poética más extendida en lahistoria de la poesía universal y ha revolucionado la manera encómo nuestra sociedad se relaciona con la oralidad”, sostieneDávalos.
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“El rap representa una parte de mi vida, realmente tedesahogas, se me hace una alternativa buena, te hace una mentalidaddiferente y desahogas todo; fue la forma en la que pude conocerme amí mismo y acércame a los demás”, dicen algunos de los MC.“Me considero más escritor que músico o al menos primero soyescritor y luego rapero”, menciona Legión. Sin miedo, algunos delos creadores señalan al rap como poesía, “todo escrito quevenga desde lo más hondo, puede ser poesía, no obedece aestructuras específicas o universales, a veces no es nuestraintención, quizá no nos sentimos poetas, pero al hacer unacomposición con la palabra sobre un ritmo, puede ser poesía”,suma Imanupcial. “Le falta mucho de aprender de la poesía rural,del huapango, del norteño, las coplas, pero sí es una nueva formade poesía”, agrega Daniélez.
Los estigmas
Pese al mensaje positivo que algunos plasman en sus letras, lainvitación a la reflexión ante diferentes situaciones como ladesigualdad o los cambios climáticos, el rap se ha enfrentado alos estigmas que se le han adjudicado por los orígenes en losbarrios bajos, el prejuicio las drogas y la violencia. “Aunque elrap es y será una expresión nacida en la calle, en el barrio,creo que se debe hacer los posible por presentarlo en otroscontextos para incitar a la banda a superarse, no dejarlo morir enuna manzana, en una cuadra”, destaca Legión. El productor LoloSamo, asevera que en México es necesario desestigmanizar estegénero, “la mayoría del rap mexicano empezó con cosasfuertes”, añade. El ser conscientes de la situación es una delas herramientas con las que también amplían sus palabras, “ellenguaje fluye cuando sabes en donde estás parado”, dice Tenoch,otro de los raperos que integran la escena local.
