La importancia del Fonca

Emergencia cultural; pese a que la existencia del Fonca estuvo en vilo, se ha garantizado su permanencia para seguir respaldando a los creadores

Donna Oliveros|Diario de Querétaro

  · domingo 19 de abril de 2020

Cartoon Rubén González

Entre la incertidumbre, el desacuerdo y las opiniones dividas, la noticia por fin se dio a conocer: siete fideicomisos del sector cultural quedaron oficialmente extintos, y el Fondo para la Cultura y las Artes (Fonca) se mantiene en pie, pero ahora como parte de la estructura orgánica de la Secretaría de Cultura Federal.

Esta resolución fue confirmada el pasado viernes por la Secretaria, a través de un comunicado oficial en el que se argumenta que esta decisión permitirá al Fonca “contar con reglas de operación claras, transparentes y sin espacio a la corrupción. Además de dotarlo de certeza jurídica, reconociendo como un Sistema Nacional de Creadores que abarca desde los jóvenes creadores de los estados hasta los eméritos en todos los campos de la creación”.

Lo anterior, como resultado de la solicitud de excepción que la titular de esta dependencia, Alejandra Frausto Guerrero, presentó ante las Secretarías de Hacienda y Crédito Público y de la Función Pública, respecto al Decreto Presidencial –publicado en el Diario Oficial el pasado 2 de abril–, que instruye a las dependencias y entidades de la Administración Pública a extinguir o dar por terminados todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica, mandatos o análogos.

En el mismo comunicado, se informó que Foprocine se fusiona con el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), y San Ildefonso se mantiene en operaciones como lo ha hecho desde 1994, bajo un mandato tripartito conformado por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Gobierno de la Ciudad de México.

Además, se ratificó la extinción de fondos como el Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural Antropológico, Arqueológico e Histórico de México (Fideinah), el Fideicomiso para la Adaptación de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, el de apoyo a la Construcción del Centro Nacional de la Artes (Ficenart) y el Fideicomiso irrevocable de Administración del Centro Santo Domingo, Oaxaca.

“Durante los últimos días se ha generado entre las comunidades artísticas de México un debate intenso y oportuno sobre el rol del Estado en el apoyo a la cultura, agradezco a la comunidad cultural. Como lo ha dicho el Presidente de México, un gobierno emanado de un movimiento social jamás desdeñará el papel de la cultura en la transformación social”, declaró Frausto Guerrero en el mismo comunicando, aseverando que durante el periodo de transición, se mantendrán los apoyos y becas del Fonca, así como las convocatorias en curso.

“Son tiempos de emergencia sanitaria, debemos ser solidarios y mantener una causa común: la vida de las personas. Invito a todos los creadores a seguir participando en el programa Contigo en la Distancia y a seguir las medidas emitidas por la Secretaría de Salud”, apuntó.

#NoExtinciónFONCA

A raíz de la incertidumbre generada por el decreto y la posterior resolución a favor del Fonca, la comunidad cultural queretana no sólo alertó sobre los riesgos de la desaparición de este tipo de instrumentos, sino que además puso sobre la mesa la crisis económica de un sector que lleva tiempo trabajando de manera informal, con bajos presupuestos o contratos precarios.

Y es que la actual crisis sanitaria sólo ha puesto en evidencia estas condiciones, que tras el cierre de teatros, foros, museos y galerías, así como la suspensión de carteleras y festivales, se han ido acentuado.

Utilizando el hashtag #NoExtinciónFONCA, artistas locales como Juan Carlos Franco, director de la compañía Catamita, tomó las redes sociales para difundir la importancia de los fondos y mandatos públicos, en este contexto.

Aclaró que aunque nunca ha sido beneficiario de sus programas, como público aseguró que ha podido aproximarse a diferentes expresiones artísticas “creadas gracias a este enorme programa (que, dicho sea, es envidiado por artistas de todo el mundo). He participado en eventos que han sido apoyados por él, mis obras han estado en teatros que tienen o han tenido un apoyo, he tomado talleres y he asistido a conferencias que existen por la retribución social que requiere el Fondo de todos los becarios (…) No es un programa perfecto. Hay favoritismos y corrupción que deben atacarse. Pero el derrumbe de las instituciones que objetivamente ‘sirven’ no es el camino. Nunca superaremos la crisis si dejamos de lado el espejo que significa el arte (…) Tener durante un año un (modesto) salario fijo para crear, o tener un presupuesto más o menos digno para hacer una película, no son privilegios: son signos de un bienestar social, de una estructura pública que fomenta bienes más allá de las ganancias y el mero beneficio económico”.

Por otro lado pero en el mismo tenor, en entrevista con BARROCO, Ana Bertha Cruces, directora de Atabal Creación Artística y beneficiaria con el programa México en Escena del Fonca, señaló que aún sin el apoyo del Estado, se puede continuar con los proyectos, empero la precariedad laboral aumentaría y el impacto artístico disminuiría.

“Con el apoyo del Estado el impacto social, el número de producciones, los apoyos a creadores y toda la numeralia de acciones cuantificables, cuando menos se duplica (…) apoyos como México en Escena son destinados a la ejecución de proyectos que a la vez reúnen la coinversión de varias fuentes además del Fonca, entre las que se encuentran los recursos propios y la reinversión de ingresos de taquilla para fortalecimiento del mismo proyecto, abriendo oportunidades de trabajo a otros sectores (carpinteros, herreros, gestores, administradores, choferes, empresas de transporte, entre otros) y que en cierto sentido, ayudan a los creadores de compañías estables y con objetivos claros a mejorar su calidad de vida haciendo lo que nos corresponde: crear, fomentar, difundir, expandir los horizontes del arte y la cultura de todo un país”.

Asimismo, la directora de Sabandijas de Palacio, Mariana Hartasánchez, aseveró que los proyectos beneficiados con estos fondos también han sido “fuente de trabajo para muchos otros artistas”, pues en su experiencia como integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte, sus propuestas han generado una amplia interlocución interdisciplinaria; “el apoyo que tiene un creador no nada más beneficia a una persona, sino que también le da trabajo a un gran número de artistas que están involucrados en ese proceso”.

Prueba de ello es “Te estoy llamando a ti”, un proyecto virtual impulsado por la dramaturga el mes pasado, que consiste en la transmisión en vivo por Skype de monólogos personalizados.

“Gracias a este apoyo he podido escribir monólogos para apoyar a muchos actores que ahorita están en una situación muy precaria: actores que se quedaron sin trabajo, y a quienes les cancelaron sus diferentes temporadas. Escribí monólogos para que ellos pudieran tener presentaciones a distancia y cobrar por esas funciones. [A través] de la beca he podido ayudar a 20 actores a montar estos monólogos, y a otros dramaturgos que a su vez están escribiéndole a otros actores (…) Es muy importante que se mantengan estos apoyos, y que los artistas que estamos siendo beneficiados busquemos la forma de ayudar a nuestros colegas”, detalló Hartasánchez.

Entre otras cosas, subrayó que su permanencia también es clave para la existencia de una pluralidad de proyectos creados desde una visión crítica y lejos de las lógicas de mercado.

“Lo cierto es que la iniciativa privada –quienes ostentan mayores recursos– está mucho más interesada en proyectos que les resulten redituables a nivel mercantil (…) eso limita por completo la libertad creativa. Un artista que se sujete a esta condición, no hablará de lo que le interesa, ni hará preguntas ni generará reflexiones (…) si no tenemos artistas visuales, sino tenemos actores, si no tenemos escritores que estén generando una crítica inteligente, todo va a volverse un proceso de consumo vacío, nos estarán arrebatando el espíritu por completo”, lamentó y agregó que también es importante ofrecer al público obras artísticas de calidad, así como generar las condiciones necesarias para que los creadores puedan profesionalizarse.

“Hay muchísimo talento en el país, pero de pronto es absolutamente imposible levantar proyectos: ¿de dónde más se puede sacar recursos para tener una producción más o menos decente? Escenógrafos, vestuaristas, iluminadores, actores, dramaturgos que no estén en el cauce profesional o comercial y que quieran hacer un trabajo sólido con discursos interesantes y originales, les es muy difícil tener acceso a otras posibilidades para realmente contar con un diseño de escenografía específico para la obra. Nos vamos a quedar en una especie de rezago si no tenemos apoyos como los del Fonca, y entonces, los artistas van a terminar usando el sillón de su casa, y la ropa que le prestó su abuelita, y van preferir no pagar a un escenógrafo y ¡a ver cómo se las ingenian!, entonces se quedará corta tu propuesta y a medio camino de la profesionalización”.

Más opciones, más recursos

Ante este contexto, el coreógrafo y director de la compañía de danza, Ciudad Interior, Alejandro Chávez, afirma que las instituciones culturales deben generar sus propias estrategias; pensadas desde el contexto local y diseñadas con base en el diálogo establecido con la comunidad cultural del estado.

“La responsabilidad de las autoridades es revisar lo que está pasando, revisar lo que no han hecho (…), facilitar espacios no basta. [Hasta el momento, la Secretaría de Cultura de Querétaro] no ha generado ningún acercamiento, ni siquiera enviado un correo para decir: estén en paz, en calma. No hay esa sensibilidad (…) están siendo rebasados por los grupos independientes, por la gente que no tiene nada”.

En búsqueda de más soluciones el coreógrafo propone, como estrategia, la gestión de recursos por parte de la Secretaria de Cultura Estatal dentro del sector empresarial, para que interceda y apoye al desarrollo y fortalecimiento de diferentes proyectos culturales.

En concordancia, Hartasánchez argumenta que, aunque la dependencia ha hecho esfuerzos sobre el tema, no han sido del todo fructíferos, ya que hace tiempo “se llevó a cabo una especie de feria en la que había empresarios y artistas que ofrecían sus proyectos, pero el problema es que falta organización; realmente lo que tiene que hacer la institución es fungir como intermediaria, y decidir cuáles son los formatos de presentación de esos proyectos y obviamente apalabrar con empresarios de la iniciativa privada un monto de recursos que, aunque sean administrados por la institución, vayan directamente enfocados a apoyar proyectos específicos de los artistas. Lo que se necesita es la interlocución, porque nosotros no sabemos cómo llegar a la iniciativa privada, y la iniciativa privada –cuando nosotros llegamos así de manera directa–, nos pide una serie de retribuciones que nos coartan por completo”.

Aunque hasta el momento la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro no ha fijado alguna postura respecto a las nuevas resoluciones del Gobierno Federal, como resultado de la pandemia que actualmente azota al mundo, las sugerencias de los actores culturales podrían ofrecer una opción para una comunidad que continuará aferrándose a la creación.

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