La Legislatura local analizará la posibilidad de prohibir el uso de fotografías personales en las redes sociales, mediante el reconocimiento de los derechos de identidad, privacidad, propiedad y autoría, a través de reformas al código civil y al código penal, anunció el diputado local Carlos Lázaro Sánchez Tapia.
La reforma a las leyes locales pretende conseguir algo similar a lo que ya sucede en Yucatán, donde se modificaron las leyes para condenar con hasta cinco años de prisión a quienes divulguen material erótico y sexual con o sin el consentimiento de las personas afectadas.
El coordinador de la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) explicó que la iniciativa de ley se trabaja con algunos académicos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para evitar el robo y lucro con las imágenes que otras personas suben a las redes sociales.
“Si bien (las imágenes) fueron consentidas son propiedad de las personas, muchas personas suben sus fotos a través de Facebook, twitter e Instagram luego al estar en redes son tomadas por otras personas y luego son utilizadas para fines distintos a los que fueron originalmente hechos”, detalló.
Para evitar ese mal uso y robo de las fotografías o videos en delitos como la porno-venganza o la elaboración de memes, se pretende modificar ambos códigos estatales para establecer delitos y posibles líneas de acción, que reduzcan la posibilidad de que se cometan abusos.
“Hoy lo que la gente hace es que cancela sus cuentas de Twitter, de Instagram, pero hay procesos muy largos, muy tediosos, de lo que se trata es de poder acelerar y ponerlo normal para que en cuanto haya una denuncia poder obligar a que se hagan las investigaciones lo más explícitas, lo más inmediato y si se encuentra algún responsable, seguir el procedimiento penal”, dijo el diputado.
Con eso se evitaría el reenvío de fotografías íntimas que se utilizan para fines distintos al original o para el destinatario original, como ya sucede en Yucatán.
En Yucatán se aprobó penar la llamada “porno venganza” de manera que quien amenace con publicar fotos eróticas o pornográficas puede recibir penas de hasta cinco años de prisión.