El Centro de Apoyo Marista al Migrante (CAMMI) atiende alrededor de 120 personas en tránsito cada mes e incrementa el número de familias completas que solicitan el apoyo del centro de día, informó la coordinadora del sitio, María José Lazcano Vázquez Mellado.
Aunque el perfil que más se atiende son hombres solos, principalmente de 20 a 40 años, se diversifica el tipo de personas que pide atención y hay al menos diez casos en los que se tiene acompañamiento legal para brindarles refugio permanente en el país.
El CAMMI inició funciones en 2014 a partir de la intención de la Universidad Marista de apoyar a las personas en tránsito por Querétaro y ahora cuenta 40 voluntarios por semestre con una red de ayuda que incluye a otras organizaciones para dar atención a los migrantes.
Aunque se recibe principalmente a gente proveniente de Guatemala, Honduras y El Salvador, así como mexicanos en tránsito y deportados, hay una atención especial en diez casos en los que las personas solicitan refugio en México mediante la figura de protección internacional, que iniciaron su proceso desde hace un año y medio.
Estos casos siguen en análisis de la Comisión Nacional de Ayuda al Refugiado que tarda alrededor de un año en responder a una solicitud, a pesar de que lo ideal es que se tenga un dictamen en tres meses. Cuando los migrantes son víctimas de delitos en su paso por México, el CAMMI los ayuda a conseguir una visa humanitaria.
“Los solicitantes de refugio en México, sobre todo de países centroamericanos, tienen que ver con (que sufrieron) violencia, persecución de pandillas en lugares de origen, amenazas explícitas en contra de su vida o ya acciones específicas como agresiones y extorsión en su contra. También llevamos el caso de una familia venezolana y el caso de un chico de Bielorrusia que tiene que ver con la represión política de su país, que va a iniciar su regulación por razones humanitarias”, declaró.
Aunque el CAMMI brinda apoyo médico, psicosocial, legal, alimenticia y les permite lavar su ropa, bañarse y dormir un rato. También les brinda otras herramientas, como informarles en qué colonias pueden rentar sin enfrentar peligro o cómo conseguir trabajo formal.
El empleo se vuelve complicado. porque muchas empresas no saben que las tarjetas de residencia permanente que se entregan a los refugiados, se pueden tomar como una identificación oficial y en muchos casos sólo les ofrecen trabajos informales o corren el riesgo de que se les pague menos que a los mexicanos.
El CAMMI requiere apoyo en especie, principalmente de artículos de higiene personal para ayudar a los migrantes que acuden al centro de día, con el fin de mantener ese trabajo.