Desde que se anunció el recorte en la empresa Safran, extrabajadores estiman por lo menos 1,500 puestos laborales se perdieron y ante la dura realidad de buscar un nuevo empleo la mayoría enfrenta rechazo del sector industrial, pues se cree que al provenir de la industria aeroespacial pretenden altos salarios y prestaciones por encima de la ley.
ENFRENTAR EL DESPIDO
Julián, que pie omitir sus apellidos, explica que fue de los primeros despedidos: a finales de enero le llamaron de Recursos Humanos, pues aunque en México aún no estallaba la pandemia por Covid-19 a nivel mundial, principalmente en Europa sede de la empresa francesa, ya se estaban resintiendo los efectos económicos de la pandemia y la reducción en la productividad, por lo que adelantaron los recortes aquí.
“Yo trabajaba en la planta de Aircraft Engine mejor conocida como Esmegma, llevaba más de seis años trabajando, mi área era máquinas de CMM, básicamente en el área de meteorología, era especializado, me tocó ser de las primeras personas, no contemplábamos lo que era el Covid y la crisis que se venía, me llamaron a Recursos Humanos que tenía que firmar un acta administrativa por un antecedente que había tenido”.
Explica que al principio le solicitaron firmar una carta de renuncia voluntaria, pero se negó, acudió ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para asesorarse, aún estaban abiertas las oficinas, luego de la asesoría se le explicó que su despido era injustificado por lo que se puso en contacto con la empresa para replantear su situación.
“Se respetó el tema económico cuando ya me asesoré con alguien que sí sabía, expliqué que la persona que nos estaba despidiendo era prepotente, no nos dejaba hablar, no te dejaba hacer nada y me vi en la necesidad de ir a conciliación para aclarar mis saldos caídos y prestaciones”.
Roberto trabajaba en la misma planta, pero fue despedido apenas el mes pasado y ha vivido semanas de estrés debido al recorte constante de personal, el ambiente por la incertidumbre fue cada vez peor, por lo que al ser llamado vivió la misma situación.
“En la primera reunión no firmé porque la persona era muy prepotente, decía que tenía influencias dentro de Conciliación y que le hiciera como le hiciera decía que no me iba a dar nada, y fue así como salí de Safran”.
Ambos reconocen que el sindicato los apoyo, pero la ola de despidos fue mayor y el problema se le salió de control, incluso dirigentes del sindicato fueron despedidos también de la empresa.
BUSCAR EMPLEO
Julián cuenta que desde la primer semana que fue despedido empezó a buscar trabajo, a pesar de contar con un poco de colchón económico los compromisos con su familia le apremiaban conseguir un nuevo empleo, si era en el sector mismo industrial, mejor.
“Me dijeron en recursos humanos que si requerían de mis servicios y si estaba disponible en mayo o junio me iban a recontratar, me dieron una carta de recomendación y empecé a buscar trabajo”.
Los encargados de la empresa le informaron que el recorte sería de por lo menos 300 personas por planta, en Querétaro hay cinco instaladas, por lo que estimaron un recorte de por lo menos 1 mil 500 empleados.
“Cuando salí fui de los primeros, después de mi las demás personas fueron saliendo un recorte diario de 15 personas y un amigo lo despidieron en mayo y con el salieron como 100 personas”, indicó Julián.
Roberto, egresado de la UTEQ, cumpliría dos años laborando en la empresa pero comprendió que al ser de los últimos en ser contratados su puesto era de los más vulnerables, por lo que aprovechó este tiempo para especializarse.
“Mi plan a futuro es seguir fortaleciendo mis conocimientos porque cuando entré no sabía mucho de medición y con el tiempo que fui trabajando le fui tomando amor a la calidad, medición todo lo relacionado con estos temas”.
Difícil panorama
Julián sigue en la busque de empleo, en las últimas semanas se ha complicado más debido al cierre parcial de actividades, ha acudido a entrevistas de trabajo en empresas automotrices, de automatización y otras del sector aeronáutico.
“He buscado trabajo desde que salí a la semana y entonces muchas empresas discriminan, lo considero discriminación porque yo llegué a las empresas automotrices a tocar puertas, solicité trabajo y cuando me entrevistaban me preguntaban de dónde venía y me decían que cómo era posible que me rebajará y el salario que ganaba era menos”.
Y agrega, “yo les explico que vengo a crecer y me visualizo trabajando el tiempo que ofrezcan de contrato, yo busco una estabilidad porque tengo familia y pienso en trabajar y sentar cabeza donde me valoren y busco un buen ambiente laboral y muchas empresas me han cerrado la puerta”.
A pesar de la difícil situación ambos ex trabajadores de Safran aseguran que volverían a la empresa, pues no les cerraron las puertas de manera definitiva, pero tampoco dejarán de buscar nuevas oportunidad a pesar del difícil panorama que se viene en materia de empleo en el país.