Enrique Antonio Ramírez, conocido como "El Gallo" o "El Buki", se prepara para un nuevo desafío espiritual en su vida: peregrinar a la Basílica de Guadalupe completamente a ciegas y vestido como San Judas Tadeo.
Hace unos meses se sometió a un par de cirugías por lo que hizo una promesa a la virgen y a San Judas Tadeo de realizar esta travesía si salía con vida de complicadas operaciones de hernia y próstata. "En octubre me operaron de una hernia, pero hubo complicaciones y en seguida de emergencia de la próstata. Prometí a la virgen y a San Juditas Tadeo que iría cubierto de los ojos desde Neblinas hasta la Basílica", compartió Enrique.
Esta no es la primera vez que Enrique realiza una promesa de esta magnitud. Hace siete años, cumplió una promesa similar, llevando a su hijo como guía. "Lo logré hace siete años cuando hice la primera promesa. En ese tiempo llevé a mi chavo, era el que me guiaba. El diablo me quería ganar porque el segundo día ya me quería rajar pero finalmente lo logré", recordó con orgullo.
A sus 59 años, Enrique ha peregrinado durante 43 años desde Querétaro hasta la Basílica de Guadalupe, y durante los últimos 18 años ha comenzado su peregrinación desde la Sierra Gorda. Los últimos ocho años lo ha hecho vestido como San Judas Tadeo, atuendo que lo ha distinguido entre los demás peregrinos. Es conocido por devoción y por ser uno de los peregrinos más queridos y respetados en su comunidad.
Durante 15 días de la peregrinación, Enrique estará completamente a ciegas, confiando en la guía de uno de sus hermanos peregrinos. "Allá hay mucha hermandad que me echan la mano… va a llevar mucho trabajo el que me va a guiar porque va a ser algo pesado", admitió con humildad sobre el desafío que enfrentarán ambos en el camino.
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Enrique cuenta con el apoyo incondicional de su familia, quienes año tras año lo respaldan para que pueda cumplir con el legado que le dejó su abuelo. "El camino ya me lo sé de memoria, lo único esencial para mí es mi fe", concluyó.